martes, 31 de marzo de 2009

EL ISLAM: DEL TRATADO DE HUDAYBIYA A LA FORMACIÓN DEL ESTADO ISLAMICO: LA INTERPRETACIÓN DE Ibn Jaldún.








La importancia del tratado de Hudaybiya.

Al Profeta Muhammad le fue imposible ganar adeptos a su causa en su ciudad natal (La Meca) (1) , debido a la oposición de ideas entre Muhammad y la tribu Quraysh, que también se encontraba encaminada hacia la formación de un Estado centralizado. (2) Este gobierno central se basaría más en los medios pacíficos y diplomáticos para lograr la unificación político-religiosa (con sede en el santuario de la Kaba) que en el uso de la fuerza. Este nuevo poder sería utilizado con fines económico- comerciales (3) . Ya que las gentes de La Meca, la tribu de Quraysh, gozaba de buena reputación como mercaderes.
Por su parte Muhammad, emigrado a Medina, poseía una cosmovisión y una ideología más acorde al contexto internacional. Ponía énfasis en el parentesco espiritual de los miembros de la Umma. Y, así como el cristianismo, proclamaba la universalidad de la nueva religión (4).
En los años posteriores a la Hégira, la comunidad se fue convirtiendo cada vez más al Islam, aunque se comprende que muchos de sus miembros no aceptaron este credo por convicción. La comunidad que dirigió estaba formada por musulmanes y por paganos, que convivían con gran número de judíos residentes en la ciudad.

“Quienes de judíos nos sigan, obtendrán auxilio y cooperación, no serán oprimidos ni se los subyugará [o abatirá]” (5)

El profeta, habiendo fracasado con el uso de los medios pacíficos, decidió tomar la Meca por las armas. (6) Comenzó hostigando las caravanas comerciales de los Quraysh (7). Una de las razones que explican la creciente aceptación de la autoridad de Muhammad en Medina fueron esos éxitos militares. Los ataques contra caravanas de La Meca desembocaron en una importante victoria sobre una poderosa fuerza militar de esta ciudad en Badr en el año 624. Con sus victorias militares y la captura de botines logró mejorar su ejército y a ganar prestigio tanto entre sus aliados como entre sus enemigos.
Hacia el 628, según la tradición, Muhammad tuvo un sueño en el que “un personaje sobrenatural le entregaba las llaves de la Kaba”. (8) Aunque, mostrando una gran astucia, Muhammad decidió ir a La Meca en son de paz. Alarmados con la noticia, y temiendo que se cristalizara la posible amenaza, los mequíes prepararon un contingente militar que se asentó en Hudaybiya, (a un día de distancia de la Meca). Entonces en el 628, el profeta, pudo firmar el famoso tratado de Hudaibiya con La Meca. Aunque este tratado implicaba una serie de concesiones de su parte, tuvo el efecto de igualar el rango de su comunidad con el de La Meca. El tratado se firmó bajo las siguientes condiciones; los musulmanes debían volver a Medina sin realizar la peregrinación a La Meca, (pero se los autorizaba a regresar al año siguiente), se acordó una tregua de diez años en donde ambos contendientes (Medina y La Meca) quedaban en libertad para forjar alianzas (9) .
Se esta de acuerdo con Ruiz Figueroa en que el tratado de Hudaybiya es “un punto clave en la evolución política de la Arabia pre-islámica” (10) . De esta manera, y siguiendo al mismo autor, vemos como La Meca y Medina son los dos polos de poder en pugna por la unidad política de la Arabia toda. De esta manera, como en la guerra del Peloponeso, existían únicamente dos opciones a la hora de forjar las alianzas para dilucidar de quien sería el poder. Con la salvedad que Muhammad no aceptaba alianzas, si no a cambio de que la tribu interesada se convierta al Islam. Entonces cuando crecía el prestigio de Muhammad, las tribus vecinas comenzaron a establecer alianzas con él y a aceptar el Islam. En el 630 consiguió hacerse con el control de La Meca casi sin oposición. (11) Los habitantes de la ciudad que se le habían enfrentado en otra época aceptaron la revelación. La Kaba, que ya se había convertido en elemento central de las ideas del Islam, fue al fin abierta a los musulmanes. Tras la conquista de La Meca, el prestigio y la autoridad de Mahoma siguieron expandiéndose por toda la península Arábiga.
En conclusión podemos sostener que el mencionado tratado pone a la altura de las circunstancias, a Muhammad y a sus seguidores, por la lucha para alcanzar el poder. Y a partir de ahí comenzó a ganar terreno hasta hacerse con la victoria. Ergo es sumamente acertado afirmar que el profeta islámico Mahoma o Muhammad es el fundador del estado Islámico.


Formación del estado islámico.


Carisma (del griego charísma; gracia) (12) , es en sentido literal es el don gratuito que Dios otorga a una persona concreta y le permite llevar a cabo acciones destinadas al bien del conjunto de la comunidad. De ahí de colige que las condiciones para la formación de un Estado (“agente, aspecto o institución de la sociedad autorizado y pertrechado para el empleo de la fuerza, es decir, para ejercer un control coercitivo” (13) ) estaban dadas y lo único que faltaba era ese “gran hombre” que se haga cargo de la situación. Ese hombre carismático fue Muhammad (14) . Aunque, como es frecuente que suceda, el carisma se tradicionaliza (15) . No sin antes tener que soportar conflictos dentro de la Umma para dilucidar como debe reemplazarse al líder carismático. De ahí viene la división de la Umma entre shiitas (16) y Sunnitas. Entonces es válido sostener que, en este caso, a la muerte de Muhammad y al finalizar la vida de los cuatro califas posteriores al profeta, se provocó un tremendo vacío de poder que creó un contexto favorable al ascenso Omeya.
El poder que emana de la autoridad carismática de la que hablamos, recae necesariamente en la comunidad islámica (Umma). Pero se debe tener en claro que el carisma desciende de Alá, por lo tanto la Umma por medio del profeta se hace depositaria de la revelación como la única guía correcta (17) . En suma, la Sharia es la ley canónica del Islam, es para los musulmanes la ley de Dios tal y como fue revelada al profeta.
Los ulemas o eruditos religiosos (18) , los “cadíes” o jueces, los “muftíes” (19) o intérpretes de la ley y otros altos funcionarios y dignatarios religiosos constituyeron una importante clase política que ayudó a solidificar las bases del gobierno islámico. Los ulemas están revestidos de especial importancia porque eran una especie de “catequistas”(20) que eran enviados por el mismo Muhammad a misiones proselitistas (21) . Aunque bajo la dinastía Omeya, estos ulemas pasaron a ser más que simples maestros de las escrituras. Se adueñaron del poder religioso, esto es lo que Figueroa ve como una especie de secularización del poder político (22) . Ya que, ante la “laicisidad” Omeya, los ulemas formaron un importante grupo de presión con gran apoyo popular. Por eso es que los ulemas debían ser tomados en cuenta para ayudar a legitimar a cualquier gobierno.
Las fuentes apoyan lo expuesto supra sobre las características de los Omeya;

“...voltearon la espalda a la religión para entregarse a los placeres y vanidades terrenas.” (23)


Retornando al tema del carisma, la Umma se vio decepcionada hasta tal punto con la dinastía Omeya que comenzó a descreer que el histórico califa sea realmente el que encarne el carisma de Muhammad (24) .Entonces ese carisma tomó un tinte más impersonal. Ahora no se sostenía la existencia de un Imam o Califa infalible, sino que ese carácter fue otorgado a la sharía, que rige con universalidad sobre todos los hombres (25) . De ahí de colige mi argumentación (que disiente con la de Ruiz Figueroa) sobre la no secularización del poder político. Ya que el Estado esta regido por una ley suprema que deviene de la deidad. Además vemos que Jaldún (que fue funcionario del Estado) critica a los soberanos que se apartaron de la religión y como toda su cosmovisión gira en torno a la teología. Cosa casi incompatible con un gobierno “laico”. Como el mismo autor sostiene “... se puede observar que el prolongado conflicto entre Imperio y papado culminó con una teoría secular sobre el poder político y el Estado, cosa que no ha tenido lugar en el Islam, donde no se ha dado un conflicto entre religión y Estado en la forma en que se dio en la cristiandad.” (26)

Teoría Jalduneana del estado y ética islámica.


Ibn Jaldún sostiene que las sociedades se mantienen unidas por el poder de la cohesión social (asabiya) que podía ser aumentada por la fuerza unificadora de la religión. Los cambios sociales y el auge y la decadencia de los Estados se rigen por leyes universales que pueden ser descubiertas empíricamente (27) .
El tunecino, retomando a Aristóteles, hace hincapié en el carácter natural de la sociedad. De ahí de colige la necesidad de un gobernante para la sociedad. Aunque, como dirá Maquiavelo décadas después, la asabiya (el sentimiento comunitario, la solidaridad social.) es lo que determina finalmente el poder del estado.
Pero no se debe olvidar que Jaldún es un fiel creyente de la religión islámica. Por eso no es de extrañar que para nuestro autor, en última instancia, es el poder divino lo que decidirá el futuro de manera inevitable.
Se coincide con Ruiz Figueroa en la afirmación que sostiene que, para Jaldún, seguramente no existió un problema “epistemológico” para diferenciar entre lo que es “ciencia” y lo que es “religión” (28) . El estado natural surge, como todo, por designio divino y para hacer cumplir los mandatos sagrados:

“Las leyes de origen humano solo tienen en vista el bienestar de los hombres en este mundo [...] empero las leyes de la procedencia divina tienen por finalidad asegurarles la dicha en la otra (vida). Las leyes emanadas del creador imponen (al soberano) la obligación de inducir a los hombres a observar lo que ellas prescriben relativamente a sus intereses en este mundo y en el otro.”(29)


Y la revelación sagrada no es más que una “sistematización” o una explicación de lo natural. De ahí se colige que el estado llamado natural se encuentre subordinado al estado religioso. Para Jaldún los gobernantes que se apartan de los mandatos divinos incurren en una grave falta:

Renuncia definitivamente a los hábitos censurables de esta vida para ceñirte a la excelencia de la virtud; obra constantemente de acuerdo con este principio y hallaras, con el favor del señor, el éxito, la salud y la felicidad.” (30)

Y en otra parte sostiene:

“Los sucesores de esos príncipes (los Omeya) adoptaron el carácter temporal de la soberanía; en todos sus designios y planes no pensaban mas que en los bienes de este mundo; olvidaron así el ejemplo de sus antecesores, que tuvieron siempre el esmero de dirigirse por la buena senda y de sostener con abnegación la causa de la verdad [...] Voltearon la espalda a la religión para entregarse a los placeres y vanidades terrenas.” (31)

Por eso, siguiendo a Figueroa, cuando un estado sucumbe es por castigo divino (32) . Además el estado, “de forma natural”tiende constantemente a autodestruirse. Ya que pretende aislarse de la religión y a acumular lujos y extravagancia de forma natural.
Con respecto a la ética islámica. Entendemos Ética (del griego ethika, de ethos, comportamiento, costumbre) (33) , principios o pautas de la conducta humana. En el Islam vemos que esta “costumbre”, que esta “conducta”, se ve reglada por el Islam, por la sharía. En el libro III, capitulo LI de la obra de Jaldún, se enumeran largamente cual debe ser la ética a seguir por el soberano. A título de ejemplo citaré un fragmento representativo;

“Decídete en el cumplimiento de tus deberes ajustado estrictamente a los preceptos recibidos y basados en la sunna; apártate de las innovaciones y las presunciones...”(34)



En conclusión podemos sostener que los países musulmanes, incluso en la actualidad, poseen un mayor apego a las costumbres religiosas que lo que conocemos como mundo occidental. En donde el estado se caracteriza por ser laico en comparación con el Islam. La intención no es caer en el desprestigio, el racismo y la discriminación. Solo se quiere hacer notar las diferencias culturales, con el objetivo de una mejor comprensión, partiendo del pasado para comprender los problemas actuales.

AUTOR: EMILIO TOMASSINI (2006)
NOTAS.
1Ruiz Figueroa, M. “Surgimiento y consolidación del estado islamico”, Estudios de Asia y África, Mexico, Colegio de México, 1988, Pág. 76.
2Idem. Pág 73
3Idem. Pág. 73 y 74.
4Idem. Pág. 74
5La constitución de Medina, art. 10. Ibn. Hisham, Al- Nabaiiah (editorial Dar Al-Qalam, Bairut, 1986, pp. 147, 150.) , controlada con una obra llamada en árabe Colección de epistolas de los árabes, Yamharatu rasa´il al-arab (editorial Mustafa Alvani Al-Halabi, El Cairo, 1973, pp. 25-30)
6Ruiz Figueroa, M. op. Sit pag. 76.
7Idem, pág. 76.
8Idem, pág. 77.
9Idem, pág. 77.
10Idem, pág. 77-78.
11Idem, pág. 78.
12Diccionario Karten, Ba. As. Karten Editora, 1978.
13Diccionario de Sociología, México, FCE, 1980, Pág. 112. citado por Ruiz Figueroa, M. op. Sit pag. 68.

14Ruiz Figueroa, M. op. Sit pag. 59.
15Weber, M. Economía y Scociedad, Mexico, FCE, 1990, Pág.197.
16Ibn Jaldun. Introducción a la historia universal, Mexico, FCE.Pág. 389.
17Ruiz Figueroa, “El estado islamico: entre la teoría y la práctica, entre el islam y la secularización”, en Estudios de Asia y África XXXVIII: 2, 2003.
18Ruiz Figueroa, M. “Surgimiento y consolidación del estado islamico”,Pág. 81.
19Ibn Jaldun Introducción a la historia universal, Mexico, FCE.Pág. 423.
20Como sostiene Ruiz Figueroa, M. “Surgimiento y consolidación del estado islamico”,Pág.81.
21Idem.
22Ruiz Figueroa, “El estado islamico: entre la teoría y la práctica, entre el islam y la secularización”, en Estudios de Asia y África XXXVIII: 2, 2003.
23Ibn Jaldun. Introducción a la historia universal, Mexico, FCE.Pág.403.
24Ruiz Figueroa, M. “Surgimiento y consolidación del estado islamico”,Pág.85.
25Ibem. 85, 86.
26Ruiz Figueroa, “El estado islamico: entre la teoría y la práctica, entre el islam y la secularización”, en Estudios de Asia y África XXXVIII: 2, 2003. Pág. 368.

27Ruiz Figueroa, M. Islam: religión y estado. Pp204.
28Ibem. Pág. 208.
29Ibn Jaldun. Op. Cit.379.
30Idem.548.
31Idem. 403.
32Ruiz Figueroa, Islam:Religión y Estado. Mexico, colegio de mexico, 1996.Pág.212.
33Diccionario Karten, Ba. As. Karten Editora, 1978.
34 Ibn Jaldun.op. cit.Pág. 546.

1 comentario:

  1. jajaj que capo el profe, la verdad , LA VERDAD!!!!!! no lo lei :P Pero ahora lo leo eh, banca:P
    jajajaja gracis por hacer ke las clases de historia sean mas divertidas, de verdad.
    se te qiereee
    juleta troitiño.

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