sábado, 25 de abril de 2009

Formas de promoción social durante el Siglo XVIII:





AGRADEZCO PROFUNDAMENTE A JUAN PABLO FERNANDEZ, COMPAÑERO DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE LUJÁN, POR PERMITIRME PUBLICAR SU INTERESANTE INVESTIGACIÓN. DE LA MISMA AGRADEZCO A EDUARDO IRAOLA, A QUIEN NO TENGO EL GUSTO DE CONOCER EN PERSONA.
EL TRABAJO ESTUDIA DOS CASOS DE "ASCENSO SOCIAL" EN LA CAMPAÑA BONAERENSE DURANTE EL SIGLO XVIII, MAS PRECISAMENTE EN LA FRONTERA.

Juan P. Fernández jp_fernandez2401@hotmail.com

Eduardo J. Iraola luviiraola@yahoo.com.ar(1)




Introducción

A fin de mostrar en la extensión del siglo comportamientos sociales (económicos y políticos) intentamos recuperar el trayecto realizado por dos sujetos en sus respectivas vidas. Mediante ello establecer las particularidades de la promoción social en ambos casos teniendo como constante el espacio socio-histórico de la frontera, que de hecho durante el proceso se va modificando en una relación dialéctica con los sujetos interactuantes. En el marco de una investigación mayor (2) hemos decidido indagar acerca de cómo en este trayecto supieron construir redes sociales no exentas de poder, las cuales de alguna manera terminaron dependiendo de estos actores.
El espacio estratégico en el que se desarrollan estos sujetos es lo que el Cabildo de Buenos Aires conoce como “La Frontera”, en ella se convive en lo cotidiano con las parcialidades indígenas. Por las condiciones objetivas, y de alguna manera también por las subjetivas, el vecino fronterizo no puede oponerse al factor indígena de manera frontal y por ello emerge un conjunto de prácticas y relaciones que implican la complementariedad con estos (3) .
Como se ha demostrado en variados trabajos (4) los indígenas obtienen los frutos de la agricultura hispano-criolla a cambio de sus altamente valorados ponchos, y otro conjunto variado de productos manufacturados o no. Entonces, el “hombre de frontera” aparece como un sujeto particular que interactúa en dos espacios sociales diferentes y complementarios a la vez. El incremento de pagos de frontera y las diferentes fortificaciones (5) se extienden en el espacio, aumentan los vecinos que prestan servicio en las milicias, aparecen las tropas regulares (Blandengues) enviadas por Buenos Aires, y mal pagas. En este marco las diferentes maniobras de nuestros sujetos evidencian las intenciones de asegurar su vida material, y por que no, las de sus herederos.

De avitador de la Rep.ca a notable de prestigio

Sabemos inicialmente que, Joseph Ruiz de Arellano, junto con sus hermanos Antonio y Sebastián llegan a Buenos Aires a fines del Siglo XVII. Sin más posesión que una Chacra en Monte Grande (actualmente San Isidro) (6) la misma sólo puede reportarle el beneficio de ser vecino(7) . Arellano desposa a María Rosa Giles hija de un rico vecino de Buenos Aires, quien compra en remate público, para su nuevo yerno, el único cargo perpetuo del Cabildo; Alcalde Provincial de la Santa Hermandad (8) , acompañado por milicias ciudadanas era el encargado de reprimir el delito en la zona rural (9) .
Durante la primera mitad del siglo XVIII se incrementará el número de los Alcaldes de la Hermandad, factiblemente, debido al crecimiento de los delitos. Entonces, emerge un pleito, iniciado por Arellano, acerca de si los anteriores deben estar bajo su autoridad. Si bien, por un lado, obtuvo el descontento de los cabildantes, por otro lado, el Gobernador dio lugar a su postura y se reconoció que los Alcaldes de Hermandad “estan subjettos al Provincial” (10) .
Con lo que daba el primer paso a fin de consolidar su poder político sobre el grupo creciente de Alcaldes, que colaboraban con el Alguacil Mayor para la Santa Hermandad, cargo de alguna manera implementado por el Provincial y puesto en manos de un “hombre de su confianza”, el Capitán Juan de la Cruz Gaitan (11) .
También se irán incrementando las facultades de dichos Alcaldes ya que podrán juzgar penas menores directamente en la campaña/frontera:
“Y considerando el que los vicinos q. abitan en sus Aciendas de campo no pueden bajar ellos ni sus Peones a poner demandas por cantidades cortas sin daño grave y q. asi pueda oyr y Jusgar asta Veinte p.s y no mas en la entelig.ª del q. el Juicio ha de ser Verbal y q. asi esta resuelto por este Cav.do” (12)

La anterior orden será extendida a los Comisarios en el mismo año (13) , haciendo explícita la red de poder que se construye por debajo de la persona de Ruiz de Arellano, y que de hecho, ha sido construida por él, primero, al lograr subyugar la autoridad de los Alcaldes a su persona, segundo, al designar personas de su confianza, tercero, al poderse comprobar que mantiene cerca suyo siempre a personas de importancia estratégica para fines a veces turbios (14) .
En este sentido, encontramos al Capitán de Caballería Honofre de Hoyos en 1714, responsable casi incesante de la Guardia de Luján en el lapso que va entre 1726 y 1733 (15) , viviendo en su Chacra de Monte Grande ()16 . Pero luego pese a la actividad económica que el sujeto mantiene con asiduidad no se hallaran mas que un solo registro de ingreso de mercancías a nombre de su esposa, por la Guardia a cargo de dicho Capitán que “asiste” en la Chacra del Provincial.
No obstante, nuestro sujeto acumula poder no sólo de la manera señalada con anterioridad. También se puede observar en su trayectoria política, en diferentes momentos de su vida es Portador del Real Estandarte (1709), Procurador General (1709), Alcalde de 2º Voto (1711), Provincial de la Santa Hermandad (1712), Alcalde de 1º Voto (1716), Lugarteniente del Gobernador (1716), Juez de Residencia (1720), lo que permite entender el pedido de averiguación acerca de los cargos que ha acumulado en el último tiempo (17) . Este conflicto junto a excesos que parece cometer le reportan la sanción de alejarse del cargo provisoriamente:

“(…)yso Notorio Un auto Proveydo Por el señor thete Gral. de oy día de la fha. cuyo contenido parese que su Mrd. declarava por yncursos en las penas que Yran expresadas a los señores D.n Mig.l Rodriguez de Sosa y D.n Juan Gutierrez de Paz Alcaldes ordinarios D.n Joseph Ruis de Arellano Prov.l de la Santa Herm.d d.n Sebastian Delgado D.n Juan de la Palma D.n Thomas de Monsalve para que sesen yse obstengan en el Uso y ejercicio de Administrar Jut.ª y en todo lo principal anejo y pertenesiente a los dhos. cargos”(18)


El pleito originado en Buenos Aires es resuelto en Lima y se expresa:

“(…) entro Dn. Juan Antonio Carrios essno. substituto de Gobierno eyso Notorio un proveydo de Gobierno de seis del corriente en vista de la Real Provon. de veynte y cinco de nobiembre de seteçientos y treinta por el q. iSE.ª se sirve mandar restituir a sus empleos al Gnrl. Dn. Joseph Ruiz de Arellano Pror. de la santa Hermd. (…)” (19)

El poder político del mismo se extiende y provoca claras fricciones dentro del ámbito del Cabildo, los asistentes a él exigen que aminore sus inasistencias, ante lo cual justifica que no tiene obligación de asistir al mismo. Pero, por otro lado, (al parecer) muestra descontento cuando se le pide que se retire para revisar cuentas sobre lo recaudado en condición de quartillo de mulas. El poder concentrado en su persona se expresa en la réplica que obtiene durante la disputa acerca del reparto de tierras del ejido:

“(…) y vajo de dho. presupuesto y que sea repelido y tenido por abuso declarandolo por no partte lejitima, primeram.te al dho. S.or D.n Joseph de Arellano Y que solo es ministro para el Campo que por privilejio tiene vos y asiento en Cavildo perteneciendo solo a los rejidores la distributiva disposición de su ejido y otros de sus privilegios y rentas en Junta de su ss.ª como su cavesa aunque en los repartim.tos de su ejido a dispuestto que su Procurador Gral. con la vos que Se le tiene dada haga manifestaz.on a su ss.ª” (20)

Por lo tanto, se reconoce el poder emanado del privilegio que detenta, y se recalca que tiene voz y voto solo en virtud de ello, la misma Sala Capitular que le exigía la asistencia a los Acuerdos. Por otra parte, los cabildantes intentan poner coto al poder que pretende ejercer el sujeto y recalcando con lo anterior las limitaciones de su condición. Por último, es significativo considerar que el propio juramento de los Alcaldes de Hermandad, al tomar la vara, hace más hincapié en sus privilegios y exenciones que en sus funciones. Para el primer caso se reitera que está dotado de estas y al final del mismo se explicita que es Juez de Apelación y entiende, como ya hemos mencionado, en causas menores en el lugar de la denuncia.

Un perfil económico de un sujeto político

Evidente se hace el potencial existente en el casamiento con la hija de un rico vecino porteño, no obstante, la muerte primero de su suegro le reporta una herencia que acrecienta sus bienes. Segundo, el fallecimiento de su mujer permite una reafirmación de sus lazos con la red parental de base económica, ya que desposa a la prima de su extinta mujer.
No obstante, independientemente de ello sabemos que se reconoce como antiguo comerciante de aguardiente y vino en el conflicto que llevan los productores mendocinos (21) Pero además mantiene relaciones comerciales con su hermano, vecino de la ciudad de Asunción del Paraguay, con quien intercambia bienes y le presta grandes sumas de dinero (22) .
Por lo tanto, sus actividades comerciales pueden ser consideradas en su amplitud si se las despliega en un mapa en la cual se distribuyan los espacios en los cuales actúa (23) . Los mismos son los que podemos afirmar que permiten la consolidación de este sujeto como un notable. En alguno de los pleitos que mantiene deja como fiadores suyos a sujetos que aún no han iniciado su vida política (Matías Solana) o que no la iniciarán, pero que pueden ser considerados como de actividades un tanto turbias (Miguel de Galain).
Como poseedor de importantes extensiones de tierra en Areco, Monte Grande (San Isidro) y casa en la ciudad, se posiciona como un proveedor de ganado con vasta información en puntos estratégicos como lo son la campaña/frontera y la propia ciudad. En un primer momento, encargado del abasto de carne ocasiona conflictos acerca de los precios por animal, ya que son superiores a los que se pagan en Santa Fe. Pero ello no basta para explicar la dimensión social del problema, dichos precios de las reses se cotizan no en otro lugar, sino en su estancia de los pagos de Areco (24) .
Sus intereses personales superan los del procomun que exige muchas veces la lógica del Cabildo. En ello se destaca el pleito que entabla con el Maestre de Campo Cristobal Cabral (25) , por unas vacas que supuestamente entregó a este contra reembolso (26) , que el denunciado alega que debe pagar el Cabildo (75 vacas) y otras (25 vacas) que se las regaló, supuestamente, el denunciante. Por último, que la institución virreinal no se halla dispuesta a pagar ya que las considera un exceso de gastos del Maestre de Campo. En los testimonios de los vecinos-testigos se expresa que luego de que el ganado se alzase por la sequía, Arellano recogió ganado disperso y que en su Estancia había tanto animales de la marca del Alcalde Provincial como animales orejanos (27) , de los vecinos y del propio Cabral.
Por lo tanto, los intereses económicos del sujeto cobran un poder en otros momentos no identificable. La perseverancia (diez años de pleito) se tiñe de las posibilidades de Arellano para presionar sobre un actor de menor poder social-político. Cabral no es un sujeto carente de poder, su cargo aunque es reciente dentro de las instituciones virreinales implica una condición destacada. No obstante, la perseverancia-presión ejercida por el denunciante obtiene dimensiones considerables, al punto de tomar un esclavo de Cabral por parte de pago, sin el aparente consentimiento del dueño (28) . Cuando las condiciones lo permiten, podemos decir que, Joseph Ruiz de Arellano aprovecha las posibilidades que ofrece la frontera.

De simple pulpero a vecino notable.

En 1795 dentro del marco del conflicto jurisdiccional entre Buenos Aires y Luján, al momento de leerse en la Capilla de Pilar los títulos de Alcalde de Hermandad (29) designado por el Cabildo porteño, irrumpe ese acto el vecino Manuel Pinazo, manifestando a viva voz que en la zona no había mas autoridad que la de él, sin otro derecho que el de su nombramiento como Alcalde Ordinario del Ayuntamiento local, en el cual aún no se había recibido (30) . Ahora bien, ¿quién es este señor que habiendo comenzado su carrera como un simple pulpero reclama esta jurisdicción como si fuera suya?
Un breve repaso de su vida nos llevará a entender las claves de su ascenso social, y de alguna manera, aunque no sea el tema de este trabajo, los problemas propios de gobernabilidad en la frontera de Buenos Aires.
Manuel Pinazo nace en la primera mitad del siglo XVIII, de origen modesto si los hay, es hijo de Don Andrés Pinazo y Doña María Funes. El 2 de noviembre de 1763, cuando ya contaba con el cargo de Sargento Mayor de Milicias del pago de Luján, se casó con Doña María Francisca López de Zamora (31) . Un censo realizado en 1744 nos lo presenta como un simple vecino de la capilla Ntra señora del Pilar que vive de su pulpería (32) , lo que va contrastar con el “considerable” (yo sacaría adjetivo)(33) testamento dejado, el cual detalla el tamaño de su fortuna.
De esta manera, se hace presente su vinculación con la producción de trigo y harina, dueño de 400 cabezas de ganado vacuno, 20 caballos., 1500 ovejas, 16 bueyes, también disfrutaba de 11 carretas, 2 casas en Bs. As., 11 esclavos, entre otras cosas (34) . Además, es propietario de 45000 varas de tierra, es decir, unas once leguas cuadradas (33.000 hect. Aprox.) la mayoría en la zona de Escobar y Luján, en donde poseía un talar del que se podían comercializar leña (35) .
En síntesis, su vida se encontró signada por rasgos característicos que supo construir ya sea militarmente o por redes de sociales, las cuales supo aprovechar para, entre otras cosas, incrementar su fortuna. Además, este fenómeno incluye un análisis que nos lleva a otro no menos importante, a saber: gobierno efectivo que logro en la frontera, debido al buen conocimiento del lugar, su buen trato con milicianos, indios, y personas acaudaladas del ámbito gubernamental (36) .

La economía del cabo Pinazo

El perfil de este hombre de frontera se ira acentuando en la medida que su posición en las milicias son de mayor responsabilidad, comenzando como cabo de escuadra en las milicias de caballería a las órdenes del maestre de campo Juan de San Martín, ese mismo año Fernando de la Cruz y Herrera (37) le comunica a Don Juan que estando vacante el cargo de sargento de esa unidad y que confirme para el puesto a Manuel Pinazo, “ya que reúne las condiciones necesarias para el mismo”(38) .
En 1760, va a ser Capitán de Milicias de una compañía del pago de Escobar, dos años mas tarde, recibe el nombramiento de Maestre de Campo y por último, en 1776 llega a ser Maestre de Campo y Comandante de Frontera, todos estos cargos se deben a su buen desempeño en lo militar (39) . Así mismo, además de haber sumado todo ello en 1748 se va desempeñar como Alguacil Mayor de la Sta. Hermandad en los pagos de Luján, y en 1753 se declara:

“vecino morador en el partido de lujan ante Vm en debida forma parezco y digo que poseo boleto del presente [...] del que hago manifestación con el debido juramento me pertenecen en dicho partido de la otra parte del rio dos mil varas de frente y legua y media de fondo de tierras de estancia conforme parece de dicho boleto de las cuales pido a Vm se sirva mandar librara” (40)

Si analizamos detenidamente el suceso nos encontramos con que luego de 12 años de haber comenzado su carrera en las milicias y a 9 del censo referido con anterioridad, el cual Pinazo aparecía como un simple pulpero-chacarero, vemos que ha incrementado su fortuna y que justamente coincide con su entrada a fueros militares que por su condición le daba ciertas licencias al momento de comerciar y bastantes prerrogativas como veremos mas adelante, así mismo por su condición de vecino en los pagos de Luján accede en cuatro oportunidades al cargo de Alcalde Mayor (41) .
Un estudio sistemático y exhaustivo de los mecanismos por los cuales Don Pinazo accede a diversos puestos militares y civiles excede el marco de este trabajo, debido a que el mismo forma parte de futuras investigaciones, pero sí podemos aclarar algunas de las claves que nos sirven para entender como la entrada a los fueros militares facilitaron su ascenso social.
Para entender la lógica de este suceso debemos comenzar haciendo mención, que nuestro protagonista comenzó a conocer y/o negociar con los indígenas y altas esferas del gobierno evidenciando que la frontera aparece como un espacio políticamente concertado (42) , lo que nos permite inferir su habilidad para resolver problemas y su perfil, si se quiere, de “líder carismático”.
Su desempeño como Cabo de Escuadra bajo el mando de Juan de San Martín (43) le permitió conocer con profundidad la frontera, además y lo mas importante hacerse de un primer grupo de subordinados/dependientes. Encargado de las expediciones a las salinas tuvo a cargo de vecinos milicianos, cristalizando relaciones socio-económicas de base política. En 1744 en una de estas expediciones marchó con 4 carretas (44) , en la medida que va consolidando su poder lo vamos a tener superando el capital inicial. De manera que en 1760, Pinazo ya va estar muy familiarizado con ese tipo de negocios, ese mismo año el Cabildo lo nombra Comandante de lo que va ser la primera expedición a su cargo (45) , en 1763 se lo detecta vendiendo novillos para el consumo de una de las escoltas de las expediciones a las salinas (46) .
En 1769 nuevamente es nombrado Comandante para la expedición a las salinas, en la cual recibió la suma de $ 338 por los avios necesarios, tabaco, yerba, bizcocho, vino, aguardiente, etc. Siete años más tarde, siendo nuevamente Comandante de la expedición marchó con siete carretas a su cargo y 2 a nombre de su hermano Ramón (47) . En 1789, su última expedición, el Cabildo cedió $ 100 para el pago de víveres (novillos), para la ida y la vuelta, la escolta y la retribución de 10 peones empleados para el acarreo de la artillería (48)
Para estos años las actividades económicas desplegadas por Pinazo permiten observar que es titular de los novillos que se van a consumir en la expedición, y que algunos de los peones empleados trabajan en alguna de sus propiedades (49) Pero más allá de todo esto y para tener una imagen del momento, de su estatus y negocios, veamos como se dirige el Cabildo de Buenos Aires hacia su persona:

“Este buen vecino es uno de los sujetos que la providencia derrama para bien y alivio de los pueblos. Notorios servicios en bien de estos dominios del Rey N. S. y esta ciudad se les debe particulares, siendo el último el comando de la expedición del año pasado de setecientos ochenta y siete, hecho en busca de sal al país de los infieles en que a pesar de los obstáculos que se ofrecieron la flacura de los bueyes que habían de conducir las carretas y la gran escasez de agua del camino se logro el encargo de es renglón tan necesario y que si no se hubiera hecho subiera a muy alto precio, lográndose por su política con los indios el que contribuyesen al alivio de nuestra gente, de varios modos ya vendiéndoles algunas cosas necesarias, ya facilitando caballos y ya disimulando los excesos de algún otro mal intencionado, que procuró incitarlo contra la expedición. Y si es cierto que lo perjudicial en esta materia se debe al superior jefe que nos gobierna: más también corresponde la mediación de Pinazo, cuyo respeto esta bien acreditado con los indios; y de cuyo poder trajo dos mozos cautivos cristianos, rescatándolos con disimulo, sin resistencia suya, siendo afecto de su ingeniosa sagacidad con ello, y con los demás de conducirlo al logro del final intento, siendo gente no acostumbrada a disciplina y es cuando podemos enterar al superior orden de V. S. y en obsequio de la verdad. Buenos Aires 27 de febrero de 1788. Manuel Joaquín de Zapiola, José Martínez de Hoz” (50)

Es evidente que su buen desempeño y fundamentalmente el conocimiento de otros “países”, el de “los infieles”, le posibilitó a Pinazo trabar buenas relaciones, y sobre todo, comerciales con los indígenas a tal punto que, en este caso, pudo negociar la libertad de “dos mozos cautivos”. Así mismo, desde el relato podemos inferir sus buenas relaciones con el Cabildo Buenos Aires. En resumen, ha logrado tejer un complejo de redes societales que le permitieron cierto nivel autonomía con respecto al centro porteño.
La sumatoria de cargos militares no es todo, el ser vecino morador de la villa de Luján le permitió en reiteradas ocasiones, a nuestro personaje, acceder al cargo más alto del Cabildo de la misma villa (51) . El pertenecer también a esta esfera de poder le concedió el beneficio de prácticas inusuales que traspasaban el derecho consuetudinario, como veremos a continuación.
En 1774, varios vecinos de la villa de Luján se expresan ante el Cabildo local, alegando que dos comisionados Manuel Carrasquedo y Pedro Pavón fueron a mensurar tierras para Manuel Pinazo y lo hicieron “sin atender los mojones qe señalaban el principio de dhas. Suertes, los quales se ven patentes y an servido en anteriores mensuras reconociéndolos los juezes qe la han autorizado como mojones siertos, de donde se debían sacar las suertes” (52) .
El problema era que si la mensura se hacia como estaba pensada, las cuales incluía el vallado en las suertes de estancia, les sacaba a los vecinos tierras del común, “en virtud de esta mensura qe en la realidad es una ynobacion la mas perjudicial, y por lo mismo arbitraria y de ningun valor ha expedido el teniente Gral una Providencia a pedimento del sargento mayor Dn. Manuel Pinazo pr la qe se me manda que opague el arrendamiento de estas tierras que componen mil y seiscientas baras(y antas de esta innovación componian la suerte) a qe despueble las fincas” (53).
Mas allá, de la innovaciones en la manera de mensurar subyace un problema peor, a saber: estas mensuras “obligaban a los vecinos a constituirse arrendatarios de Manuel Pinazos, y como esto no podia efectuarse si no se incluia el bañado por esso han innobado un metodo desconocido en todo tiempo” (54) . Aunque en el pleito no fue favorecido Pinazo, este suceso nos da una idea de cómo usaba el poder y sus relaciones para su propio beneficio, pero a su vez, podemos inferir que la forma de acrecentar su fortuna no era demasiado licita que digamos.
El espacio del presente trabajo no permite pormenorizar aún más las redes tejidas por lo actores en cuestión. Sin embargo, a la hora de evaluarlas a nivel descriptivo cabe mencionar que, por último, Manuel Pinazo es miembro del gremio de los Hacendados (55) con lo que acaba por cristalizar sus redes relacionales y su condición de notable. Ingresado a este por su carrera militar y las redes societales que en ella pudiera construir.

Consideraciones Finales: ¿el sujeto de la Frontera?
Es evidente que los sujetos analizados recurren a diferentes estrategias a fin de consolidar su posición social dentro del marco de una sociedad basada en el privilegio, donde el político es, de alguna manera, el que permite cristalizar las relaciones de poder y el sustento económico.
Claro está que En el primer caso analizado el motor de la promoción social radica casi exclusivamente en el casamiento y la dote de la mujer, resultado por el cual podemos afirmar que la fortuna de los Giles acaba por no salir de la red parental en el pleito entre la segunda mujer de Arellano y el hermano del mismo. Definitivamente diferente es el caso de Pinazo, ya que parte de la carrera militar, donde se plantea ello como mecanismo de ascenso social, lo cual queda exento, de alguna manera, del fuero civil. Acción que es frecuente en esta sociedad, a fin de obtener una práctica efectiva de poder al margen del poder.
Entonces, las estrategias iniciales pueden considerarse disímiles, no obstante, en el proceso de construir fortuna en los dos casos vemos el desarrollo de la destreza de actuar eventualmente al límite ley y de las costumbres, es decir, haciendo uso de su investidura simbólica llevan a cabo actos de dudosa legalidad. Todo ello permitido por los problemas inherentes a la gobernabilidad de la frontera, en la cual existen actores por fuera del orden colonial, esto es, las parcialidades indígenas.
En este sentido, se puede observar que el Estado colonial requiere de los vecinos constantemente para la ocupación efectiva del territorio, lo que a su vez, facilita la posibilidad de la toma de libertades de parte de los mismos. La infraestructura del Estado Las instituciones limitan su poder de control en el espacio de la frontera, un ámbito relacional donde la población hispano-criolla es minoría significativa, y a causa de ello, convive con las parcialidades indígenas. En suma, un espacio abierto a la resistencia y complementariedad (56) con estos grupos que permite el intercambio de bienes/cultura, tanto como que se destaquen algunos pobladores en el enfrentamiento.
Las incursiones indígenas golpean periódicamente las estancias y por ello se va conformando un tipo particular de vecino de frontera, comprometido con su defensa y la preservación como un espacio habitado. Pero esto no sólo representa el cuidado del mismo sino además los beneficios que pudieran surgir del aprovechamiento de un espacio abierto a cierto conjunto de prácticas flexibles de legalidad, ya que se legitiman por las condiciones subjetivas del lugar.
Los avitadores de la frontera resguardan de alguna forma el Camino Real principal vía de comunicación con, especialmente, el espacio interregional que moviliza la minería altoperuana y luego con la región de Cuyo, proveedoras de mercancías varias. Así algunos vecinos de la frontera podrían ser definidos como multifacéticos, entiéndase, productores agropecuarios, militares y comerciantes, como en los casos que aquí intentamos reseñar.

Documentos
Acuerdos del Extinguido Cabildo de Buenos Aires, Serie II, Tomos III, Libros XVI y XVII, 1714-1718, Ed. AGN, Bs. As., 1926,
---- Tomo IV, Libros XVII y XVIII, 1719-1722, Ed. AGN, Bs. As., 1927.
---- Tomo V, Libros XVIII, XIX, 1723-1727, Ed. AGN, Bs. As., 1928.
---- Tomo VI, Libros XXI, XXII y XXIII, años 1729-1733, Ed. AGN, Bs. As., 1928,
---- Tomo VII, Libros XXIII y XXIV, 1734-1738, Ed. AGN, Bs. As., 1929.
Acuerdos del Extinguido Cabildo de Buenos Aires, Serie III , Tomo X , 1794-1796.
AGN, S. IX, Padrones de Buenos Aires, Ciudad y Campaña, 1726-1773, Leg. 9-7-5.
AGN, S. IX, Div. Colonia, Secc. Gob., Guardia Luján, Leg. 10-9-10.
AGN, S. IX, Div. Colonia, Secc. Gob., Guardia de Luján, Legajo 10-9-9.
AGN, S. IX, Div. Colonia Secc. Gob., Tribunales, 39-9-5, Leg. 290, Exp. 18, 1714.
AGN, S. IX, Div. Colonia Secc. Gob., Tribunales, 41-1-5, Leg. G4, Exp. 10, 1724.
AGN, S. IX, Div. Colonia Secc. Gob., Tribunales, 40-1-6, Leg. A5, Exp. 19, 1739.
AGN, S. IX, Div. Colonia, Secc. Gob., Guardia de Luján, Legajo 10-9-9.

Bibliografía
ACOSTA RODRÍGUEZ, A. (2000), “Las redes sociales, el poder y sus fundamentos”, en Anuario IEHS, Nº 15, Tandil, UNCPBA, pp. 153-171.
Aguirre, S. (1986), “Aspectos de la administración de justicia entre los indios antes de la instalación de la Segunda Audiencia de Buenos Aires”, en Estudios sobre la Provincia de Buenos Aires, La Plata, Dir. Gral. Esc.-A.H. Levene.
BRAGONI, B. (1994) “Parentela y negocios en Mendoza, el caso de los Gonzales (1800-1830)” en Cuadernos Hist. Reg., Nº 16, UNLu, Luján, pp. 1-29.
----(2006) “Familias, negocios y empresas en los estudios históricos referidos al caso argentino. Balance de un recorrido”, en Gelman, J. (comp.) La historia económica argentina en la encrucijada: balances y perspectivas, Bs. As., Prometeo-AAHE, pp. 137-152.
CANSANELLO, C. (1994), “Domiciliarios y transeúntes en el proceso de formación estatal bonaerense (1820-1832)”, en Entrepasados, Revista de Historia, Año VI.
CHIARAMONTE, J. (1999), “Ciudadanía, soberanía y representación en la génesis del Estado argentino (C. 1810-1852)”, en H. Sábato (coord.), Ciudadanía política y formación de las naciones. Perspectivas históricas de América Latina, Méx., FCE-El Colegio de Méx., pp. 94-116.
CRIVELLI MONTERO, E. (1991).“Malones: ¿saqueo o estrategia? El objetivo de las invasiones de 1780 y 1783 a la Frontera de Buenos Aires”, Todo es Historia, N° 283: 6-28, Buenos Aires.
----(1994). Araucanos en las Pampas, en Todo es Historia, N ° 323: 8-32, Buenos Aires.
FRADKIN, R. O.(1987), “El Gremio de los hacendados en Buenos Aires durante la segunda mitad del S. XVIII”, en Cuadernos Historia Reg., Nº 8, UNLu, Luján, pp. 72-96.
HERZOG, T. (2000) “La vecindad: entre condición formal y negociación continua. Reflexiones en torno a las categorías sociales y las redes personales”, en Anuario IEHS, Nº 15, Tandil, UNCPBA, pp. 123-131.
IRAOLA, Eduardo y Eugenia NESPOLO (2007) “Los Pagos de Areco en el siglo XVIII: un poblado sobre el Camino Real”; En VI Jornadas de Arqueología e Historia de las regiones Pampeana Y Patagónica; Universidad Nacional de Mar del Plata, CD-ROM Mar del Plata.
MANDRINI, R. (1987). Desarrollo de una sociedad indígena pastoril en el área interserrana bonaerense”, en Anuario del IEHS, N° 2: 71-98. Tandil, UNCPBA
---(1997). Las Fronteras y la sociedad indígena en el ámbito pampeano” en Anuario del IEHS, N° 12: 23-34. Tandil, UNCPBA.
MARQUIEGUI, D. R. (1990), Estancia y poder político en un partido de la campaña bonaerense (Luján 1756-1821), Cuad. S. Rodríguez, N° 18, Fund. S. Rodríguez, Bs. As., Ed. Biblos.
MAYO, C. A. Y LATRUBESSE, A. (1993), Terratenientes, Soldados y Cautivos: la frontera (1737-1815), U.N. Mar del Plata, Grupo Estado y Sociedad, Mar del Plata.
Moutoukias, Z. (1995), “Narración y análisis en la observación de vínculos y dinámicas sociales: el concepto de red personal en la historia social y económica” en Bjerg, M. y Otero, H. (comps.), Inmigración y redes sociales en la Argentina Moderna, Tandil, IEHS-UNCPBA, 63-81.
---- (1997), “Negocios y redes sociales. Modelos interpretativo a partir de un caso rioplatense (s. XVIII)”, Caravelle, Nº 67, Univ. Toulouse.
---- (2000), “Familia patriarcal o redes sociales: Balance de una imagen de la estratificación social”, en Anuario IEHS, Nº 15, Tandil, UNCPBA, pp. 132-151.
NÉSPOLO, E. A (2001), “Los pobladores en la frontera de Luján y el servicio de milicias. 1736 - 1790”, en M. A. Caggiano (Ed.) Milenio, IV Jornadas Chivilcoyanas en Ciencias Sociales y Naturales, Chivilcoy.
---- (2002), “Frontera Bonaerense: ¿El llano en llamas o en llano en calma? Los Pagos de Luján 1736-1784”, en Revista de Historia Bonaerense, Año IX, N° 24, pp. 55-61. Morón, Instituto Histórico de Morón.
--- (2003) “La Sociedad indígena en la Frontera Bonaerense: Resistencia y complementariedad. Los Pagos de Luján, 1736-1784”. en Revista Atekna [en la Tierra], Año 1 N° 1 Puerto Madrín, Argentina; Gráfica Grancharoff S. R. L. pp.47-83.
---- (2004), “Gobernar en la Frontera Bonaerense en el siglo XVIII. Manuel Pinazo un estudio de caso”, en Miradas al pasado desde Chivilcoy, CECH, CD-ROM Chivilcoy.
---- (2006a), Resistencia y Complementariedad, gobernar Buenos Aires, Luján en el siglo XVIII: un espacio políticamente concertado, Tesis Doctoral, en prensa.
---- (2006b), “Gobernar en la Frontera Bonaerense. Luján un estudio de caso (1736-1784)”, en prensa.
----(2006c) “Cautivos, ponchos y maíz. Trueque y compraventa “doble coincidencia de necesidades” entre vecinos e indios en la frontera bonaerense. Los pagos de Lujan en el siglo XVIII”, en Estudios de Arqueología histórica. Investigaciones Argentinas Pluridisciplinarias, A. Tapia- M. Ramos- C. Baldasarre Edit., Museo Municipal de la ciudad de Río Grande, Tierra del Fuego. Ediciones BIMCE, capítulo 26, pp. 379-401.
----(2006d) “La “Frontera” Bonaerense en el siglo XVIII un espacio políticamente concertado: Fuertes, vecinos, milicias y autoridades civiles-militares”, Mundo Agrario, wwww/mundoagrario.com.ar.
PALERMO, M. A., (1988) .Los indígenas en el Mercado Colonial, en CIENCIA HOY, Vol.1, N° 4: 22-27. Buenos Aires.
----(1991). La compleja integración hispano-indígena del sur Argentino y Chileno durante el período colonial; en América Indígena, N° 1:153-192. México, Instituto Indígena Interamericano.
SAN MARTÍN, F. (1926), “Los maestres de campo” Bol. de la Junta de Hist. y Numismática Americana, Vol. III, pp167/69.
TARUSELLI, G. (2002), El Comercio de la Sal en el Río de la Plata durante la etapa Colonial, siglos XVII y XVII. Memoria de Tesis Licenciatura, Luján MS.
ZORROAQUÍN BECÚ, R. (1967). La organización política Argentina en período hispánico, Vol. VI. Buenos Aires. Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, Instituto de Historia del derecho Ricardo Levene; Colección de estudios para la Historia del Derecho Argentino, Editorial Abelardo Perrot, 3ra. Edición.
ZÚÑIGA, J-P. (2000), “Clan, parentela, familia, individuo: ¿Qué métodos y qué niveles de análisis?”, en Anuario IEHS, Nº 15, Tandil, UNCPBA, pp. 51-60.

NOTAS.
1 Estudiantes avanzados de la Lic. de UNLu. Investigadores del PROHARHEP-UNLu, Depto. de Cs. Soc. Miembros del GEIPP- Instituto de Historia Argentina y Americana “Dr. Emilio Ravignani”, FFyL-UBA.
2 El fuerte de Luján durante el siglo XVIII: una investigación arqueo-histórica. Análisis de fuentes documentales y métodos geofísicos aplicados a la detección de sitios históricos relacionados con estructuras militares de campaña. (PROHARHEP-UNLu, Depto. de Cs. Soc)
3 Véase Nespolo (2003 y 2006c)
4 Véase Néspolo (2002,2003, 2006a), Mayo y L (1993). Crivelli (1991 y 1994) , Madrini (1987 y 1997), Palermo (1988, 1991).
5 Guardias, Fuertes y /o Fortines
6 Según el diccionario de E. Udaondo sería pariente de Sancho V de Navarra, cuestión sin verificar.
7 Véase Cansanello (1994); Chiaramonte (1999).
8 AGN, AECBA, 26 de noviembre de 1712, Pág. 579-584.
9 Aguirre (1986: Pág. 31)
10 AGN, AECBA 20 de diciembre de 1717, Págs. 490 y 491.
11 AGN, AECBA, 24 de enero de 1714, Pág. 19.
12 AGN, AECBA, 3 de febrero de 1735, Pág. 169.
13 AGN, AECBA, 26 de febrero de 1735, Pág. 176 y 177.
14 Véase Iraola y Nespolo (2007)
15 AGN, IX, 10-9-10.
16 AGN, IX, 39-9-5, Leg. 290, Exp. 18, Foja 3, 1714.
17 AGN, AECBA, 1720, Pág. 232 y 233.
18 AGN, AECBA, 20 de marzo de 1724, Pág. 310.
19 AGN, AECBA, 9 de agosto de 1731, Pág. 393.
20 AGN, AECBA, 20 de agosto de 1735, Pág. 231.
21 AGN, AECBA, 5 de marzo de 1720, Pág.153 y 154.
22 AGN, IX, 41-1-5, Leg. G4, Exp. 10, 1724.
23 Sobre un análisis al respecto véase Iraola y Nespolo (2007)
24 Hasta lo relevado, los precios del ganado siempre se evaluarán como cotizados en Buenos Aires.
25 AGN, IX, 40-1-6, Leg. A5, Exp. 19, 1739-1749.
26 AGN, IX, 40-1-6, Leg. A5, Exp. 19, foja 2.
27 Orejano: animal sin marca o mostrenco.
28 AGN, IX, 40-1-6, Leg. A5, Exp. 19, foja 9.
29 Por cuestiones de espacio, no entraremos en detalle sobre las distintas funciones civiles y/o políticas de la época colonial. Véase R. Zorroaquin Becú (1967).
30 AGN, AECBA, 12 de Enero de 1795, pp. 470-472.
31 Enrique Udaondo (1945:711).
32 AGN, IX, 9-7-5.
33 NOTA DEL WEB MASTER: SE TRATA DE UNA DISCREPANCIA ENTRE LOS AUTORES SOBRE LO CUANTIOSO O NO DE LOS BIENES DE DON PINAZO O DE UNA CORRECCIÓN DEL COORDINADOR DE LA INVESTIGACIÓN.
34 AGN, Testamento de Pinazo, 49- 7-2, foja 49-56.
35 Néspolo, E. (2006a:501-510).
36 Néspolo, E. (2004, 2006a:501-510).
37 En ese momento Capitán de unas de las compañías de números de la ciudad de Bs. As.
38 AGN, IX, 38-6-2.
39 Néspolo, E. (2006a:503-504)
40 AGN, IX, 42-1-2.
41 Sobre las funciones véase entre otros, Zorroaquin Becú (1967).
42 Néspolo, E. A., (2006a:45-65).
43 Juan de San Martín fue un excelente maestre de campo y conocedor de la frontera y del indígena, en 1723 fue alcalde de primer voto en el Cabildo de Bs. As., San Martín, F. (1926).
44 Taruselli, G. (2002).
45 AGN, IX, 38-6-2, 9 de septiembre de 1760.
46 Néspolo, E. A., (2006a:503).
47 Taruselli, G. (2002).
48 AGN, IX, 38-6-2.
49 Néspolo, E. A., (2006a:503).
50 Udaondo, E. (1945:711)
51 Se va a desempeñar como Alcalde Mayor en 4 oportunidades 1765/76/80/95, dichos cargos duraban un año, ver AECVL.
52 Arch. del Complejo Museográfico E. Udaondo, Libros de Acuerdos del Cabildo de la Villa de Luján (1771-1789), acuerdo del 27 de julio de 1774.
53 Ibidem. Op. cit
54 Néspolo, E. A. (2004).
55 Véase Marquiegui, D. R. (1990), Fradkin, R. O. (1987:89).
56 En el sentido de la propuesta de Nespolo (2003, 2006a b, c, entre otros)

No hay comentarios:

Publicar un comentario