domingo, 25 de noviembre de 2007

LA INQUISICIÓN ESPAÑOLA, ALGUNOS COMENTARIOS




"¿No han temido más a la muerte que a la enemistad constante de la fe de Cristo? ¿No vale más morir que apostatar <>, como dice San Agustín?"(1)


La inquisición medieval y la inquisición moderna.



La Inquisición de la Edad Media se creo como un establecimiento judicial, con el cometido de restringir, procesar y arbitrar sobre aquellas personas culpables de herejía(2) . Dicho tribunal se creo oficialmente en 1231, con los estatutos Excommunicamus del papa Gregorio IX. Con ellos, el Vaticano, redujo la responsabilidad de los obispos en materia de ortodoxia religiosa, sometió a los inquisidores bajo la jurisdicción del pontificado.
Sin embargo el Santo Oficio de la Inquisición del edad moderna era una institución casi nueva, vinculada a la Inquisición medieval por algunos ambiguos antecedentes. Esta inquisición moderna (fines del siglo XV) estuvo más libre del control episcopal y fue más agresiva que su predecesora, sobre todo en el caso español. Pero no es todo, mientras la inquisición medieval se había centrado en las herejías que ocasionaban desórdenes públicos (como los albigenses por ejemplo), el Santo Oficio se propuso controlar de cerca la ortodoxia religiosa amenazada por la reforma luterana. Todo eso en el marco de la Contrarreforma y el Concilio de Trento: En cuyo contexto surge la Inquisición Española, que emprendió una persecución activa de sospechosos, incluidos obispos y cardenales, incluso algunos de ellos eran hombres de confianza de los Reyes católicos. También elaboró un inventario de libros que eran vistos como atentadores de la moral y la fe cristiana; el famoso índice de libros prohibidos.
En suma, con el advenimiento de la reforma protestante, la Iglesia Católica reaccionó para qué "la secta de Lutero" no contamine la recta fe en otros reinos. Pero en España la inquisición, que comenzó algunas décadas antes del advenimiento del protestantismo, se dedicó combatir a los judíos conversos y a los musulmanes del ya venido a menos reino de Granada y sirvió de herramienta para la consolidación del poder monárquico.


Características de la Inquisición Española.

Con el matrimonio de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón el poder político cristiano se tornó más agresivo que antes. Además la larga reconquista española contra los musulmanes estaba ya llegando a su fin. También las conversiones forzosas y la expulsión del reino de todos aquellos que no profesan la religión católica desató conflictos latentes de antaño que perturbaban la paz social: Por ejemplo en Sevilla dos facciones de la nobleza se acusaban mutuamente de no ser cristianos de la primera ahora, cuando ambos grupos poseían en su linaje antepasados que habían profesado la religión judía(3 Contreras ,J. Historia de la inquisición española (1478-1834), Madrid, Arco Libros, 1997 Contreras ,J. Historia de la inquisición española (1478-1834), Madrid, Arco Libros, 1997). Los reyes católicos vieron en el tribunal de la inquisición una institución capaz de sustentar la legitimidad del poder real y garantizar la paz social. El proceso político, como se puede inferir, consistía en la animación religiosa, puesto que se sostenía una teoría descendente del poder en donde el poder real provenía de Dios. Por lo tanto era necesario erradicar la pluralidad religiosa (no ausente de conflictos) que se venía dando en la península ibérica.
De lo anterior se colige la imposibilidad de explicar la Inquisición Española sólo como extirpadora de herejías. Los Reyes católicos tenían un proceso más amplio, por eso lograron que la inquisición organice sus estructuras políticas y administrativas según el dictamen de la corona. De esta forma la Inquisición Española, si bien estaba aprobada por el Vaticano, estaba dirigida de hecho y de derecho por el poder temporal. También el destacable la novedad en cuanto a la nueva forma de control del territorio en los reinos de Castilla y Aragón: Cada uno de los 23 tribunales existían en 1493 tenían a su cargo una circunscripción llamada distrito inquisitorial. Esos distritos, que coincidían en forma aproximada con las diócesis y otras jurisdicciones de orden eclesiástico, se poblaron de jueces inquisidores y demás funcionarios que se impusieron sobre las autoridades locales, tanto religiosa como civiles. No hay que perder de vista que más allá de su acotada misión, estos funcionarios eran auténticos agentes reales que contribuyeron desde sus sitios respectivos a aumentar la soberanía real sobre los territorios del reino(4). Esto no es todo. Desde el punto de vista institucional, se ve más claramente la gran influencia regía sobre la inquisición. Ya que los más altos organismos de dicho tribunal eran un cuerpo de la monarquía. La llamada "Suprema" era el órgano que realmente gobernaba el Consejo de la Santa y General Inquisición. Es por ello que todos los jueces y burócratas, que como dijimos eran nombrados por el rey, fueron ministros de la corona de relevante estatus social; poseían formación universitaria y eran hombres de la iglesia. Los jueces inquisidores estaban secundados por oficiales menores como el alguacil, el secretario el portero, el alcalde, el médico, etc. además de todos estos burócratas "asalariados" el tribunal de la inquisición contaba con una medianamente amplia red social que los asistía sin cobrar un sueldo del Estado. Estamos hablando de los familiares y comisarios. Los primeros eran laicos y constituían una clientela armada al servicio del inquisidores, aunque no eran funcionarios oficiales obtuvieron fueros. Lo cual les posibilitaba esquivar a las autoridades civiles y sólo dar cuenta de sus actos ante el tribunal de los inquisidores. Estos personajes pertenecían a la baja nobleza y lo que podríamos llamar el “tercer estado”, la mayoría eran cristianos viejos. Pero con el tiempo ese círculo se fue cerrando cada vez más y los candidatos a familiares se comenzaron a reclutar dentro de la élite.
Los comisarios, por su parte, eran miembros del clero, en su generalidad eran curas párrocos. Su función era vigilar y prevenir a los feligreses que tenían a su cargo de las herejías. Muchos colaboraron a regañadientes con la inquisición debido a que la veían como una invasora de su jurisdicción. Igualmente nunca esta clase de inconvenientes pasó a mayores.
Más allá de las atribuciones específicas de los familiares y los comisarios, cabe destacar que estos actores sociales contribuyeron grandemente a que la inquisición, y por lo tanto el poder real afirmando el poder regio más sólidamente en el tejido social. Sobre todo en las ciudades, cosa que en el campo se dificultó (como es costumbre) la labor evangelizadora.
Pero ahora bien, ¿contra quienes y de qué manera procedía la inquisición? En primer lugar podemos sostener que la inquisición procedía contra los herejes: es decir todos aquellos que con sus actos, dichos hubo omisiones contradigan, nieguen o no aceptan en su totalidad el dogma de la Iglesia Católica apostólica romana. La inquisición no discriminada a sus víctimas de acuerdo a su jerarquía social. Todos, hasta los propios clérigos (incluso uno que otro de las más altas esferas), podrían ser tildados de sospechosos por el dicho tribunal.
En este amplio conjunto se incluyen: los que blasfeman, los que viven "amancebados"(5) , los que opinen a favor del Islam, Lutero u otra herejías, los que practiquen nigromancia(6) , los que coman carne en día prohibidos, los sacerdotes que no cumplan correctamente con su función, etc.(7)
Teniendo en cuenta la lectura de algunas fuentes podemos sostener que la inquisición pretendía atacar cinco problemas fundamentales: el judaísmo, el Islam, el protestantismo, el apartamiento de los fieles de los dogmas católicos y otras diversas herejías.
Los representantes de estos tres primeros problemas eran los enemigos principales. Puesto que ellos conocieron la verdaderas fe y han renegado de ella. En cambio el tercer elemento es más típicamente un dispositivo de control social, porque pretendía inculcada unos valores y una cultura totalmente acordes con los evangelios. Estaba condenado todo aquel que blasfeme, no respete los sacramentos y los dogmas religiosos como la virginidad de María, etc. Las personas incluidas en esta categoría no serían herejes en sentido estricto, ya que debido a su ignorancia y su "bruteza" se dejan llevar por los impulsos profieren palabras malsonantes u ofensivas a Dios, la virgen o los santos. Sin que esto excluya su sincero sentimiento y adhesión a la Iglesia Católica. No obstante lo anterior, según Eimeric, la iglesia se ve obligada a juzgar también las conductas exteriores de las personas. En cuanto al quinto elemento debemos señalar que se trata de lo que podríamos llamada "herejías menores", es decir todo tipo de supersticiones y creencias (unas populares y otras no tanto) no avaladas por la Iglesia Católica. Por ejemplo la brujería, la magia, la hechicería, la invocación diabólica etc. todas estas prácticas se les considera más graves en el caso de que en ellas se entremezclen con elemento cristianos.
Teniendo en cuenta los límites en las comunicaciones existentes en la época de la inquisición, en sus períodos de mayor efervescencia(8) actuó con implacable eficacia gracias a sus "métodos" de propagación de terror(9). el objetivo de los inquisidores era generar temor en la sociedad. No sólo con las ejecuciones violentas de reos (algo habitual en aquella época) sino también con métodos más sutiles como el secreto, la infamia y la miseria. Todas estas “técnicas” se utilizaban sin que una excluya la otra. El secreto consistía en no informar al acusado de lo que se le imputa, con el objetivo de que este confiese otros delitos que el inquisidor desconoce e delate a miembros de su círculo más íntimo. La infamia, es decir la deshonra pública, que sufría el condenado en los autos de fe(10) se hacía extensible a todos los miembros de su familia e incluso sus descendientes. A estos se le prohibía el uso de ciertas vestimentas, se los inhabilitaba para realizar ciertos trabajos y profesiones, no se los aceptaba para casarse con gente “honrada”, etc. Del factor anterior se colige la miseria en que caería el reo y sus descendientes. Esto sin tener en cuenta medidas tales como al destierro, las multas y las expropiaciones (11).

A modo de Conclusión.

La inquisición nos brinda elementos de capital importancia para entender en el marco de la larga duración, y sin caer en la “Leyenda Negra”, el porqué de la perduración en España de una fortísima aristocracia cerrada en sí misma que actuó como elemento retardatario que “impermeabilizó”, más que en otras partes del globo, a la sociedad de los cambios políticos, económicos y sociales que comenzaron a vislumbrarse hacia fines del siglo XVIII.

Notas
1.Eimeric, N. El manual de los inquisidores, Aviñón, 1376.
2.El concepto mismo de la palabra no ha variado mucho desde el edad media. Se considera hereje a todo aquel que rechacen la verdadera doctrina y adopte una falsa con tenacidad, es decir el que se cercena de la recta vía de la iglesia de Cristo. Aunque también hay herejía cuando: se interpreta el evangelio de manera contraria a la Iglesia Católica, se descree de los artículos de fe, de las propias palabras de los santos evangelios, no se está de acuerdo en las definiciones de los concilios. En suma, en el ámbito de la fe, error y herejía son sinónimos. Tomado de Eimeric, Op. Cit.
3.Contreras ,J. Historia de la inquisición española (1478-1834), Madrid, Arco Libros, 1997
4.Ídem.
5.Es decir aquellas personas que conviven estando en pareja sin el debido ritual del matrimonio.Tomado de Di Meglio, G. Viva el bajo pueblo, Buenos Aires, Prometeo, 2007.
6.Lo que podríamos llamar “brujería” u “adivinación”; leer las líneas de las manos, predecir el futuro, cura del mal de ojos, etc.
7.Fuente: Edicto de Pecados Públicos, 1607. Esta fuente va dirigida a todos los pobladores, sean éstos vecinos o meros moradores y tiene como objetivo sobre todo la disciplina social. Más especialmente la de miembros del clero. Para esto fomenta la delación.
8.Ver Contreras, J. Op. Cit.
9.Bennassar, B. “Modelos de la mentalidad inquisitorial: métodos de su "pedagogía del miedo."S/d.
10.Ceremonia pública de ejecución de personas condenadas a muerte por la Inquisición acusados de herejía y otros pecados. Era la más impresionante de las ceremonias judiciales de la Iglesia católica celebrada con gran pompa y solemnidad. Consistía en una procesión de los condenados, conducidos a una plaza pública y en la pronunciación de un sermón, seguido de la ejecución de la sentencia, que con frecuencia consistía en quemar al condenado en la hoguera.
11.Bennassar, B. Op. Cit.

AUTOR: EMILIO JAVIER TOMASSINI (2007)

1 comentario:

  1. Querido, cuantos más años pasan de conocernos menos nos vemos. Inversamente proporcional, le decia Cudugnello en esas amenas clases.
    Te felicito por tus trabajos aunque confieso que apenas los hojeé, y por las solas siete materias restantes.
    Te mando un beso grande y seguramente nos veamos pronto.

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