"Ningún límite hay puesto a los mortales
En la codicia y copia del dinero"(1)
Solón
INTRODUCCIÓN.
Tucídides, señala como en el segundo año de la Guerra del Peloponeso, Arquidamo y sus tropas “se dedicaron a arrasar la campiña”(2) . La crisis de las poleis del siglo IV fue una de las consecuencias del casi continuo estado de guerra entre los griegos, que venía arrastrándose desde hacía ya más de un siglo, sumada al aumento de la mano de obra esclava en los talleres urbanos(3) . Si bien es cierto que hasta el “largo” siglo XVI, la tierra continuó siendo el principal modo de adquisición de la riqueza y en derredor de la cual gravitaba la economía(4) , la devastación de los campos llevó a que, ciertas formas de adquisición de la riqueza superaran, de forma temporaria, a esta otra que era tradicional(5) . Entre los siglos V y III (la “Edad Axial”), los valores y conceptos del mundo antiguo sufrieron un cambio y fueron así mismo, objeto de duras críticas(6) . Uno de esos conceptos que será planteado es el de la «riqueza» y su significado, así también, como las formas de su adquisición.
La carencia de fuentes primarias es uno de los pretextos más esbozados en las investigaciones de Historia Antigua(7) , sin embargo, no podemos omitir el corpus literario que ha sobrevivido hasta hoy. Se plantean tres problemas básicos: a) establecer cuál era el concepto de «riqueza» entre los helenos en este período; b) cotejar la visión que actualmente posee la ciencia económica de la «riqueza» con la que poseían los helenos; c) examinar hasta que punto las obras literarias y filosóficas pueden servirnos para el análisis de las sociedades del pasado.
LA RIQUEZA SEGÚN ARISTÓTELES Y PLATÓN.
Los conceptos que podrían llamarse “económicos” de Grecia durante el siglo IV fueron planteados, en extenso, por Aristóteles quien los tomaba de Platón. Dichas nociones perdurarán en la mentalidad occidental hasta la aparición del mercantilismo y posteriormente serán retomados por la fisiocracia(8) . Estas nociones sobre la «riqueza» y su obtención están relacionadas (en Platón y Aristóteles) con la búsqueda de una organización para la polis, tratando de regular la actividad humana para el buen imperio del “orden” sobre el “caos” (9). En Platón, el concepto de «riqueza» se encuentra, principalmente, en los libros I y II de La República; y en Aristóteles en la Política, libros I (Cáp. 3-4), VI (Cáp. 4-5), y VII (Cáp. 4). Si bien es cierto, que las opciones para una re-organización de la polis pueden dividirse en tres tipos ideales (“Tradicionalista”, “Idealista” y “Realista”)(10) , tanto Platón, como el Creador del Liceo basan su concepto de «riqueza», en la visión tradicional de esta, coincidiendo con la patrios politeia. Para Aristóteles, la «riqueza» es:
“la abundancia de instrumentos domésticos y sociales(11) [lo que él denomina] “la economía natural, que se ocupa únicamente de la satisfacción de las necesidades”.(12)
Aristóteles diferencia «riqueza» de «suntuosidad». Son dos cosas enteramente diferentes. La primera (ya definida) se adquiere por “medios naturales” propios de la economía doméstica, es decir, la explotación de la tierra. La «riqueza» es una riqueza agraria(13) y su explotación (que constituye “un arte noble y honesto”(14) ), era pregonada ya por Hesíodo. (15)
La «suntuosidad» podría denominarse «falsa riqueza». Su origen está en “ese deseo insaciable” de acaparamiento de bienes de toda clase(16) . El ejemplo clásico de ambición y suntuosidad es el de Midas, postulado por el propio Aristóteles. Este concepto, “errado”, deriva de considerar al dinero como «riqueza».
La moneda no cumple más función que la de facilitar los intercambios, careciendo de valor en sí misma(17) , por ello mismo, el Magíster considera:
“El comercio [...] que tiene por objeto el lucro es justamente censurado, por no ser natural, sino medio por el cual el hombre acumula lo superfluo. La especie mas odiosa [...] es la usura, que obtiene lucro valiéndose del dinero mismo, no de su objeto natural [...] pues el vocablo interés, significa moneda originada en la moneda. A ello se debe que éste sea, de entre todos, el modo mas contranatural de adquirir riqueza”. (18)
La especulación (con la moneda como herramienta y fin) ha sido el medio por el cual han surgido «nuevos ricos»; Platón hace decir a Sócrates, que estos se apegan a ella con demasía, con un amor similar al de los padres a los hijos y que “no se prestan a hablar más que del dinero”(19) . Platón, considera que los mercaderes deberían ser personas enfermas, incapaces de realizar cualquier otro tipo de trabajo (20). Aristóteles será mucho más duro: se trata de seres despreciables y viciosos (21) . Platón acepta a los «mercaderes» siempre y cuando sean personas desvalidas y no puedan obtener el sustento de otra manera; este concepto de «comercio» (un simple intercambio) es aquel que, según “el maestro de los que saben”(22) , mantienen entre sí los barbaroi (23) . La obtención de lucro a través del comercio es, según estos autores “justamente menospreciable”. (24)
ANALIS DE LA RIQUEZA A TRAVÉS DE LAS COMEDIAS DE ARISTÓFANES.
En esta democracia del siglo IV, donde la «riqueza» se ha vuelto «suntuosidad», los asuntos del estado quedan en manos de los «nuevos ricos», cuya fortuna proviene del dinero. El comediógrafo señala que en esa democracia-demagogia, la virtud no tiene ningún valor ya que:
“El gobierno popular no pertenece a los hombres instruídos y de intachable conducta, sino a los ignorantes y perdidos.”(25)
Por ello la ataca, ya que permite el acceso al poder de este tipo de personas “pervertidas” como (según él) Cleón, Pericles o Clístenes(26) , etc. La “amoralidad”, ha sido considerada como una de las causas de la decadencia de las sociedades en la antigüedad, y Jenofonte coloca como ejemplo a seguir las «buenas costumbres» de los lacedemonios. (27)
Los partidarios del patrios politeia son proclives a la paz porque, como pediakoí su «riqueza» proviene de la explotación agraria. Por ello, y por su condición de eupátrides (28) , Isocrátes(29) , Jenofonte y Aristófanes estaban descontentos con Pericles y los belicistas como Cleón(30) . La guerra beneficiaba los negocios de aquellos que los mantenían en el poder: los comerciantes (31) (importaban alimentos, metales para las armas y bienes suntuarios) (32) , y era perjudicial para todos aquellos que obtenían sus ganancias de la tierra (33) . Cuando Nícias consigue (tras la muerte del “demagogo” Cleón), imponer su proyecto de paz, su política es alabada por Aristófanes:
“Coro: – Acudamos todos a trabajar por la común salvación. Pueblos de la Grecia, libres de la guerra sangrienta, y combates, prestémonos hoy, como nunca, mutuo socorro”. (34)
Y estaban dispuestos a realizar cualquier tipo de sacrificios con tal de que la Paz permaneciese con ellos:
“Hierocles: – ¿En virtud de que oráculo quemasteis muslo a los dioses?
Trigeo: – De este, que Homero expresó en tan bellas frases [...].
Hierocles: – Y eso nada tiene que ver conmigo: nos lo ha dicho la Sibila.
Trigeo: – Pero el sabio Homero dijo muy bien: Que ni casa, ni hogar, ni patria tiene el que las guerras intestinas ama, siempre dañosas."(35)
En Pluto, cuando la «riqueza» se corporiza en la presencia de la divinidad, señálese como el abastecimiento de los productos de la tierra conforman «la riqueza» (aceite, vino, harina, aunque no deja de mencionar el oro y la plata), sin los vicios de la usura y del comercio:
“Carión (al coro). – ¡Cuán dulce es, hombres, vivir felizmente, sobre todo cuando uno nada aporta de casa! Un montón de bienes ha caído sobre nuestra morada sin que hayamos hecho mal alguno. Así ser rico es una dulce cosa, evidentemente. La artesa está llena de blanca harina, las tinajas de negro y perfumado vino; todos los cofres –maravilla el verlo– llenos están de plata y oro...”(36)
A esto, el artista contrapone a aquella «falsa riqueza» ganada ilícitamente, con actividades tales como, simplemente, asistir al ágora y la corrupción gubernativa, de la que culpa a Agirrio:
“Praxágora: – Así, hubo un tiempo en el que no había Asambleas en absoluto, pero a Agirrio le teníamos por un mal hombre; y ahora que las tenemos, el que recibe su soborno le pone por las nubes y el que no lo recibe ¡Asegura que merecen la muerte los que, como Agirrio, buscan ganar un sueldo por asistir a la Asamblea!”(37)
Dicha corrupción en ansias de suntuosidad(38) se observa en Las avispas: Bdelicleón explica a su padre como los gobernantes expropiaban, no solo a los atenienses, sino, también, a sus aliados, a través de amenazas:
“Bdelicleón: A esos que están diciendo siempre: ‘nunca haremos traición al pueblo ateniense; siempre combatiremos por la democracia’. Tú, padre mío, engañado por sus palabras, dejas que te dominen. Ellos en tanto arrancan a los aliados los talentos por cincuentenas, aterrándolos con estas amenazas: ‘O me pagáis tributo, dicen, o no dejo piedra sobre piedra en vuestra ciudad’. Y tu te contentas con roer los zancajos que les sobran.”(39)
La ambición del poder no es sino la ambición por las «riquezas», lo que importa, pues, es el fin y no el camino para conseguirlas(40) . En Pluto, Aristófanes se opone a la idea aristotélica de la existencia natural y provechosa de ricos y pobres(41) , concordando con Platón(42) .
Esta ambición por bienes suntuarios, llevó, a muchos a contraer deudas para mantenerse dentro del estamento al cual pertenecían(43) , porque “el honor correspondiente al estamento encuentra normalmente su expresión, ante todo, por la exigencia de un modo de vida determinado”(44) . Tal era el caso de Estrepsíades, por la megalomanía de su esposa y su “ecuestre” hijo.
“Estrepsíades: – Duerme en hora buena, pero sabe que todas estas deudas caerán sobre tu cabeza... ¡Oh! Así perezca miserablemente aquella casamentera que me impulsó a contraer matrimonio con tu madre. Porque yo tenía una vida dulcísima, sencilla, grosera, descuidada y abundante en panales, ovejas y aceite. Después, aunque era hombre de campo, me casé con la nieta de Megacles, hijo de Megacles ciudadana soberbia, amiga de los placeres con las mismas costumbres de Cesira.”(45)
En los círculos mas tradicionalistas, la mujer era la representación misma de la codicia, para Hesíodo (a quien Estrepsíades admiraba), mientras la mujer seduce a un hombre “mira de reojo su reserva de trigo”. (46)
CONCLUSIÓN.
Al llegar al final de esta pequeña investigación concluimos tras el análisis riguroso de las fuentes que la «riqueza» era para los griegos el mayor grado de satisfacción de las necesidades espirituales y materiales. Aristóteles, Platón y los eupártides de la patrios politeia observaban la diferencia entre la «riqueza» y la «suntuosidad»; no así el resto de la población, de cuyas costumbres se mofa Aristófanes.
La diferencia entre la «riqueza» y «suntuosidad» era clara, únicamente, a un determinado grupo, para quienes el dinero (como factor de riqueza) no era el más conveniente. Pero esto no fue algo privativo a los pensadores helenos, Cicerón se quejará de lo mismo en su VI Paradoja(47) y su argumentación no se diferenciará demasiado de la de Aristóteles; también Virgilio se expresará contra la “Auri sacra fames.” (48)
Si comparamos la idea griega de riqueza con la que hoy en día maneja la moderna ciencia económica (49) , observemos como ésta definición no mantiene mucha relación con aquella otra que, textualmente, postulara el “Estagirita” de “la abundancia de instrumentos domésticos y sociales” y la satisfacción de las necesidades (50) . Esta inconexión se debe, simplemente a que la economía griega no era una economía monetaria, sino, una economía agraria, donde la pujanza del “comercio”, se debió, únicamente, a un desequilibrio temporal, consecuencia de las guerras entre los griegos.
Finalizando, debemos hacer mención a las fuentes utilizadas: las Comedias son un tipo particular de fuentes. No se las puede considerar como fuentes primarias: no son censos, ni son catastros, pero se las puede hacer hablar sobre el tiempo en el cual fueron redactadas. En cada una de las palabras que las componen se siente el latir de una época convulsionada por los conflictos y las contradicciones que caracterizaron a esta “Edad Axial”. Aristófanes fue un hístor, testigo no solo en cuanto sabe, sino en tanto que ha visto . En su obra se refleja cierta influencia tucididiana: una historia pragmática donde se añora el pasado aleccionador para salvar el presente , así como la de la narración contemporánea . Marc Bloch no podría haberlo enunciado mejor “Un documento es un testimonio; [...] no habla si no se lo interroga. Lo difícil es redactar el cuestionario” .
NOTAS.
1. Tomado de Aristóteles, La política, en Obras selectas de Aristóteles, Buenos Aires, El Ateneo, 1966, p., 26.
2.Tucídides, Historia de la Guerra del Peloponeso, Madrid, Hernando, 1969, p. 258. [fuente griega, c. 400 a.c]
3.Bravo, G., Historia del mundo antiguo. Una introducción crítica, Madrid, Alianza, 1995, p. 331-332.
4.Braudel, F., La Méditerranée et le monde méditerranéen a l'epoque de Philippe II, (II) Paris, Armand Colin, 1985, p. 68; Bravo, G., op., cit., p., 151
5.Bravo, G., op., cit., p. 331.
6.Liverani, M., El Antiguo Oriente. Historia, sociedad y economía, Barcelona, Critica, 1995, p., 723-724
7.Entre otros, Lejeune, M., “El damos y la sociedad micénica”, en Mazzi, M. (comp.) La sociedad micénica, Madrid, Akal, 1987, p., 105.
8.Fernández Lopez, M., Introducción a la historia del pensamiento económico, Buenos Aires, El Coloquio, 1972, p. 29.
9.Berger P., Luckmann, T., La construcción social de la realidad, Buenos Aires, Amorrortu, 1983, p. 73
10.Bravo, G., op., cit., p. 337-340.
11.Aristóteles, La Política, Buenos Aires, CEC, 2003, I, 3, p., 23. [fuente griega, c.335 a.c]
12.Aristóteles, La Política, op., cit., I, 3, p., 26.
13.Unida al mejor tipo de democracia. Ver Aristóteles, La Política, op., cit., VII, 4, p., 186-187.
14.Aristóteles, La Política, op., cit., I, 3, p., 27.
15. Hesíodo, “Trabajos y días”, (309-312; 382-400), en Hesíodo, Teogonía, Trabajos y días, Escudo, Certamen, Madrid, Alianza, 1993, p. 78, 80-81.[fuente griega c. x a.c]
16.Aristóteles, La Política, op., cit., I, 3, p. 23.
17.Aristóteles, La Política, op., cit., I., 3, p. 27. Cf. La definición de moneda en Samuelson, P., y Nordhaus, W., Economía, Madrid, McGraw-Hill, 1999, p., 32
18.Aristóteles, La Política, en Obras selectas de Aristóteles, Buenos Aires, El Ateneo, 1966., I, 3, p. 30.
19.Platón, La República, en Platón, Obras completas,(Vol III) Buenos Aires, Anaconda, 1946, I, 330c p., 63. [fuente griega xxx a.c]
20.Platón, La República, op., cit., p., 119.
21. Aristóteles, La Política, op., cit., VII, 4, p., 188
22.Alighieri, D., Divina Comedia, Barcelona, Sol 90, 2000, IV, 131, p., 21.
23.Aristóteles, La Política, op., cit., I, 3, p. 25.
24.Aristóteles, La Política, op., cit., I, 3, p. 27.
25.Aristófanes, “Los caballeros”, [424 a.c] en Ibíd., Las nubes..., Buenos Aires, Losada, 2004, p., 232. Cf., Aristóteles, La Política, op., cit., VII, 7, p., 188.
26. “Llega clístenes con aire afeminado”, en Aristófanes, “Tesmoforias”, [411 a.c] en Ibíd., Los acarnienses..., Madrid, Cátedra, 1996, p. 183.
27. Jenofonte, “La república de Esparta” p., 264. [fuente griega c. 390 a.c]
28.Ver Vernant, J., Los orígenes del pensamiento griego, Buenos Aires, EUDEBA, 1965, p., 78-79
29. Isócrates, “Oración de la Paz”, p. 25-27.[fuente griega 380 a.c]
30. Ranke, L., Grandes figuras de la Historia, Barcelona, Grijalbo, 1971, p., 33-34.
31. Los metecos no eran los únicos que se dedicaban a esto.
32“como los pescadores de anguilas cuando el lago está tranquilo no pescan nada”, Aristófanes, “Los caballeros”, [424 a.c] en Ibíd., Los acarnienses, op., cit., (Cátedra, 1996), p. 126
33.Finley, M., La Grecia... op., cit., p. 88.
34.Aristófanes, “La paz”, [421 a.c] en Ibíd., Las avispas..., Buenos Aires, Losada, 1996, p., 120
35.Aristófanes toma a Homero, Ilíada, en Ibíd., Obras Completas, Buenos Aires, Ateneo, 1965, IX, 63, p., 168, donde Néstor dice: “sin familia, sin ley y sin hogar debe de vivir quien apetece las horrendas luchas intestinas”. Aristófanes, “La paz”, en Ibíd., Las avispas..., op., cit (Losada, 1996), p., 159.
36. Aristófanes, “Pluto”, [388 a.c] Comedias..., Barcelona, Bruguera, 1984, p., 203-204.
37. Aristófanes, “La Asamblea de las mujeres”, [392] en Ibíd., Los acarnienses..., op., cit (Cátedra, 1996), p. 227.
38. Aristóteles, La Política, op., cit. I, 3, p., 30.
39.Aristófanes, “Las avispas”, [422 a.c] en Ibíd., Las avispas, la paz y las aves, Buenos Aires, Losada, 1996, p., 49.
40. Aristóteles, La gran Moral, en Ibíd., Obras selectas de Aristóteles, Buenos Aires, El Ateneo, 1966, p., 531
41. Aristóteles, La Política, op., cit., VII, 4, p., 185.
42. Platón, Las Leyes o de la legislación, en Ibíd., Obras..., op., cit., p. 663-665.
43. Finley, M., La Grecia Antigua. Economía y sociedad, Barcelona, Critica, 1984, p. 92-93
44.Weber, M., “División del poder en la comunidad: clases, estamentos y partidos.”, en Economía y sociedad. Seg. parte, Cáp. VIII, §6. p., 5, en www.hipersociología.com
45. Aristófanes, “Las nubes”, en Las nubes... op., cit, (Losada, 2004), p., 33.
46. Vernant, J., Erase una vez... El Universo, los dioses, los hombres, Buenos Aires, FCE, 1999, p. 72.
47. Cicerón, Las paradojas, de Cicerón a M Bruto, en Ibíd., Obras escogidas, Buenos Aires, Ateneo, 1965, IV, 1, p. 306-307.
48. Virgilio, La Eneida, Madrid, Alba-Libsa, 2001, III, 57, p. 82.
49. “Valor monetario neto de activos que se poseen en un momento dado en el tiempo” Samuelson, P., y Nordhaus, W., op., cit., p. 217.
50.Aristóteles, La Política, op., cit., I, 3, p., 23, 26.
AUTORES: FERREYRA LIA, GRECO ALEJANDRO, AMADO RAÚL, TOMASSINI EMILIO. (2005)
La carencia de fuentes primarias es uno de los pretextos más esbozados en las investigaciones de Historia Antigua(7) , sin embargo, no podemos omitir el corpus literario que ha sobrevivido hasta hoy. Se plantean tres problemas básicos: a) establecer cuál era el concepto de «riqueza» entre los helenos en este período; b) cotejar la visión que actualmente posee la ciencia económica de la «riqueza» con la que poseían los helenos; c) examinar hasta que punto las obras literarias y filosóficas pueden servirnos para el análisis de las sociedades del pasado.
LA RIQUEZA SEGÚN ARISTÓTELES Y PLATÓN.
Los conceptos que podrían llamarse “económicos” de Grecia durante el siglo IV fueron planteados, en extenso, por Aristóteles quien los tomaba de Platón. Dichas nociones perdurarán en la mentalidad occidental hasta la aparición del mercantilismo y posteriormente serán retomados por la fisiocracia(8) . Estas nociones sobre la «riqueza» y su obtención están relacionadas (en Platón y Aristóteles) con la búsqueda de una organización para la polis, tratando de regular la actividad humana para el buen imperio del “orden” sobre el “caos” (9). En Platón, el concepto de «riqueza» se encuentra, principalmente, en los libros I y II de La República; y en Aristóteles en la Política, libros I (Cáp. 3-4), VI (Cáp. 4-5), y VII (Cáp. 4). Si bien es cierto, que las opciones para una re-organización de la polis pueden dividirse en tres tipos ideales (“Tradicionalista”, “Idealista” y “Realista”)(10) , tanto Platón, como el Creador del Liceo basan su concepto de «riqueza», en la visión tradicional de esta, coincidiendo con la patrios politeia. Para Aristóteles, la «riqueza» es:
“la abundancia de instrumentos domésticos y sociales(11) [lo que él denomina] “la economía natural, que se ocupa únicamente de la satisfacción de las necesidades”.(12)
Aristóteles diferencia «riqueza» de «suntuosidad». Son dos cosas enteramente diferentes. La primera (ya definida) se adquiere por “medios naturales” propios de la economía doméstica, es decir, la explotación de la tierra. La «riqueza» es una riqueza agraria(13) y su explotación (que constituye “un arte noble y honesto”(14) ), era pregonada ya por Hesíodo. (15)
La «suntuosidad» podría denominarse «falsa riqueza». Su origen está en “ese deseo insaciable” de acaparamiento de bienes de toda clase(16) . El ejemplo clásico de ambición y suntuosidad es el de Midas, postulado por el propio Aristóteles. Este concepto, “errado”, deriva de considerar al dinero como «riqueza».
La moneda no cumple más función que la de facilitar los intercambios, careciendo de valor en sí misma(17) , por ello mismo, el Magíster considera:
“El comercio [...] que tiene por objeto el lucro es justamente censurado, por no ser natural, sino medio por el cual el hombre acumula lo superfluo. La especie mas odiosa [...] es la usura, que obtiene lucro valiéndose del dinero mismo, no de su objeto natural [...] pues el vocablo interés, significa moneda originada en la moneda. A ello se debe que éste sea, de entre todos, el modo mas contranatural de adquirir riqueza”. (18)
La especulación (con la moneda como herramienta y fin) ha sido el medio por el cual han surgido «nuevos ricos»; Platón hace decir a Sócrates, que estos se apegan a ella con demasía, con un amor similar al de los padres a los hijos y que “no se prestan a hablar más que del dinero”(19) . Platón, considera que los mercaderes deberían ser personas enfermas, incapaces de realizar cualquier otro tipo de trabajo (20). Aristóteles será mucho más duro: se trata de seres despreciables y viciosos (21) . Platón acepta a los «mercaderes» siempre y cuando sean personas desvalidas y no puedan obtener el sustento de otra manera; este concepto de «comercio» (un simple intercambio) es aquel que, según “el maestro de los que saben”(22) , mantienen entre sí los barbaroi (23) . La obtención de lucro a través del comercio es, según estos autores “justamente menospreciable”. (24)
ANALIS DE LA RIQUEZA A TRAVÉS DE LAS COMEDIAS DE ARISTÓFANES.
En esta democracia del siglo IV, donde la «riqueza» se ha vuelto «suntuosidad», los asuntos del estado quedan en manos de los «nuevos ricos», cuya fortuna proviene del dinero. El comediógrafo señala que en esa democracia-demagogia, la virtud no tiene ningún valor ya que:
“El gobierno popular no pertenece a los hombres instruídos y de intachable conducta, sino a los ignorantes y perdidos.”(25)
Por ello la ataca, ya que permite el acceso al poder de este tipo de personas “pervertidas” como (según él) Cleón, Pericles o Clístenes(26) , etc. La “amoralidad”, ha sido considerada como una de las causas de la decadencia de las sociedades en la antigüedad, y Jenofonte coloca como ejemplo a seguir las «buenas costumbres» de los lacedemonios. (27)
Los partidarios del patrios politeia son proclives a la paz porque, como pediakoí su «riqueza» proviene de la explotación agraria. Por ello, y por su condición de eupátrides (28) , Isocrátes(29) , Jenofonte y Aristófanes estaban descontentos con Pericles y los belicistas como Cleón(30) . La guerra beneficiaba los negocios de aquellos que los mantenían en el poder: los comerciantes (31) (importaban alimentos, metales para las armas y bienes suntuarios) (32) , y era perjudicial para todos aquellos que obtenían sus ganancias de la tierra (33) . Cuando Nícias consigue (tras la muerte del “demagogo” Cleón), imponer su proyecto de paz, su política es alabada por Aristófanes:
“Coro: – Acudamos todos a trabajar por la común salvación. Pueblos de la Grecia, libres de la guerra sangrienta, y combates, prestémonos hoy, como nunca, mutuo socorro”. (34)
Y estaban dispuestos a realizar cualquier tipo de sacrificios con tal de que la Paz permaneciese con ellos:
“Hierocles: – ¿En virtud de que oráculo quemasteis muslo a los dioses?
Trigeo: – De este, que Homero expresó en tan bellas frases [...].
Hierocles: – Y eso nada tiene que ver conmigo: nos lo ha dicho la Sibila.
Trigeo: – Pero el sabio Homero dijo muy bien: Que ni casa, ni hogar, ni patria tiene el que las guerras intestinas ama, siempre dañosas."(35)
En Pluto, cuando la «riqueza» se corporiza en la presencia de la divinidad, señálese como el abastecimiento de los productos de la tierra conforman «la riqueza» (aceite, vino, harina, aunque no deja de mencionar el oro y la plata), sin los vicios de la usura y del comercio:
“Carión (al coro). – ¡Cuán dulce es, hombres, vivir felizmente, sobre todo cuando uno nada aporta de casa! Un montón de bienes ha caído sobre nuestra morada sin que hayamos hecho mal alguno. Así ser rico es una dulce cosa, evidentemente. La artesa está llena de blanca harina, las tinajas de negro y perfumado vino; todos los cofres –maravilla el verlo– llenos están de plata y oro...”(36)
A esto, el artista contrapone a aquella «falsa riqueza» ganada ilícitamente, con actividades tales como, simplemente, asistir al ágora y la corrupción gubernativa, de la que culpa a Agirrio:
“Praxágora: – Así, hubo un tiempo en el que no había Asambleas en absoluto, pero a Agirrio le teníamos por un mal hombre; y ahora que las tenemos, el que recibe su soborno le pone por las nubes y el que no lo recibe ¡Asegura que merecen la muerte los que, como Agirrio, buscan ganar un sueldo por asistir a la Asamblea!”(37)
Dicha corrupción en ansias de suntuosidad(38) se observa en Las avispas: Bdelicleón explica a su padre como los gobernantes expropiaban, no solo a los atenienses, sino, también, a sus aliados, a través de amenazas:
“Bdelicleón: A esos que están diciendo siempre: ‘nunca haremos traición al pueblo ateniense; siempre combatiremos por la democracia’. Tú, padre mío, engañado por sus palabras, dejas que te dominen. Ellos en tanto arrancan a los aliados los talentos por cincuentenas, aterrándolos con estas amenazas: ‘O me pagáis tributo, dicen, o no dejo piedra sobre piedra en vuestra ciudad’. Y tu te contentas con roer los zancajos que les sobran.”(39)
La ambición del poder no es sino la ambición por las «riquezas», lo que importa, pues, es el fin y no el camino para conseguirlas(40) . En Pluto, Aristófanes se opone a la idea aristotélica de la existencia natural y provechosa de ricos y pobres(41) , concordando con Platón(42) .
Esta ambición por bienes suntuarios, llevó, a muchos a contraer deudas para mantenerse dentro del estamento al cual pertenecían(43) , porque “el honor correspondiente al estamento encuentra normalmente su expresión, ante todo, por la exigencia de un modo de vida determinado”(44) . Tal era el caso de Estrepsíades, por la megalomanía de su esposa y su “ecuestre” hijo.
“Estrepsíades: – Duerme en hora buena, pero sabe que todas estas deudas caerán sobre tu cabeza... ¡Oh! Así perezca miserablemente aquella casamentera que me impulsó a contraer matrimonio con tu madre. Porque yo tenía una vida dulcísima, sencilla, grosera, descuidada y abundante en panales, ovejas y aceite. Después, aunque era hombre de campo, me casé con la nieta de Megacles, hijo de Megacles ciudadana soberbia, amiga de los placeres con las mismas costumbres de Cesira.”(45)
En los círculos mas tradicionalistas, la mujer era la representación misma de la codicia, para Hesíodo (a quien Estrepsíades admiraba), mientras la mujer seduce a un hombre “mira de reojo su reserva de trigo”. (46)
CONCLUSIÓN.
Al llegar al final de esta pequeña investigación concluimos tras el análisis riguroso de las fuentes que la «riqueza» era para los griegos el mayor grado de satisfacción de las necesidades espirituales y materiales. Aristóteles, Platón y los eupártides de la patrios politeia observaban la diferencia entre la «riqueza» y la «suntuosidad»; no así el resto de la población, de cuyas costumbres se mofa Aristófanes.
La diferencia entre la «riqueza» y «suntuosidad» era clara, únicamente, a un determinado grupo, para quienes el dinero (como factor de riqueza) no era el más conveniente. Pero esto no fue algo privativo a los pensadores helenos, Cicerón se quejará de lo mismo en su VI Paradoja(47) y su argumentación no se diferenciará demasiado de la de Aristóteles; también Virgilio se expresará contra la “Auri sacra fames.” (48)
Si comparamos la idea griega de riqueza con la que hoy en día maneja la moderna ciencia económica (49) , observemos como ésta definición no mantiene mucha relación con aquella otra que, textualmente, postulara el “Estagirita” de “la abundancia de instrumentos domésticos y sociales” y la satisfacción de las necesidades (50) . Esta inconexión se debe, simplemente a que la economía griega no era una economía monetaria, sino, una economía agraria, donde la pujanza del “comercio”, se debió, únicamente, a un desequilibrio temporal, consecuencia de las guerras entre los griegos.
Finalizando, debemos hacer mención a las fuentes utilizadas: las Comedias son un tipo particular de fuentes. No se las puede considerar como fuentes primarias: no son censos, ni son catastros, pero se las puede hacer hablar sobre el tiempo en el cual fueron redactadas. En cada una de las palabras que las componen se siente el latir de una época convulsionada por los conflictos y las contradicciones que caracterizaron a esta “Edad Axial”. Aristófanes fue un hístor, testigo no solo en cuanto sabe, sino en tanto que ha visto . En su obra se refleja cierta influencia tucididiana: una historia pragmática donde se añora el pasado aleccionador para salvar el presente , así como la de la narración contemporánea . Marc Bloch no podría haberlo enunciado mejor “Un documento es un testimonio; [...] no habla si no se lo interroga. Lo difícil es redactar el cuestionario” .
NOTAS.
1. Tomado de Aristóteles, La política, en Obras selectas de Aristóteles, Buenos Aires, El Ateneo, 1966, p., 26.
2.Tucídides, Historia de la Guerra del Peloponeso, Madrid, Hernando, 1969, p. 258. [fuente griega, c. 400 a.c]
3.Bravo, G., Historia del mundo antiguo. Una introducción crítica, Madrid, Alianza, 1995, p. 331-332.
4.Braudel, F., La Méditerranée et le monde méditerranéen a l'epoque de Philippe II, (II) Paris, Armand Colin, 1985, p. 68; Bravo, G., op., cit., p., 151
5.Bravo, G., op., cit., p. 331.
6.Liverani, M., El Antiguo Oriente. Historia, sociedad y economía, Barcelona, Critica, 1995, p., 723-724
7.Entre otros, Lejeune, M., “El damos y la sociedad micénica”, en Mazzi, M. (comp.) La sociedad micénica, Madrid, Akal, 1987, p., 105.
8.Fernández Lopez, M., Introducción a la historia del pensamiento económico, Buenos Aires, El Coloquio, 1972, p. 29.
9.Berger P., Luckmann, T., La construcción social de la realidad, Buenos Aires, Amorrortu, 1983, p. 73
10.Bravo, G., op., cit., p. 337-340.
11.Aristóteles, La Política, Buenos Aires, CEC, 2003, I, 3, p., 23. [fuente griega, c.335 a.c]
12.Aristóteles, La Política, op., cit., I, 3, p., 26.
13.Unida al mejor tipo de democracia. Ver Aristóteles, La Política, op., cit., VII, 4, p., 186-187.
14.Aristóteles, La Política, op., cit., I, 3, p., 27.
15. Hesíodo, “Trabajos y días”, (309-312; 382-400), en Hesíodo, Teogonía, Trabajos y días, Escudo, Certamen, Madrid, Alianza, 1993, p. 78, 80-81.[fuente griega c. x a.c]
16.Aristóteles, La Política, op., cit., I, 3, p. 23.
17.Aristóteles, La Política, op., cit., I., 3, p. 27. Cf. La definición de moneda en Samuelson, P., y Nordhaus, W., Economía, Madrid, McGraw-Hill, 1999, p., 32
18.Aristóteles, La Política, en Obras selectas de Aristóteles, Buenos Aires, El Ateneo, 1966., I, 3, p. 30.
19.Platón, La República, en Platón, Obras completas,(Vol III) Buenos Aires, Anaconda, 1946, I, 330c p., 63. [fuente griega xxx a.c]
20.Platón, La República, op., cit., p., 119.
21. Aristóteles, La Política, op., cit., VII, 4, p., 188
22.Alighieri, D., Divina Comedia, Barcelona, Sol 90, 2000, IV, 131, p., 21.
23.Aristóteles, La Política, op., cit., I, 3, p. 25.
24.Aristóteles, La Política, op., cit., I, 3, p. 27.
25.Aristófanes, “Los caballeros”, [424 a.c] en Ibíd., Las nubes..., Buenos Aires, Losada, 2004, p., 232. Cf., Aristóteles, La Política, op., cit., VII, 7, p., 188.
26. “Llega clístenes con aire afeminado”, en Aristófanes, “Tesmoforias”, [411 a.c] en Ibíd., Los acarnienses..., Madrid, Cátedra, 1996, p. 183.
27. Jenofonte, “La república de Esparta” p., 264. [fuente griega c. 390 a.c]
28.Ver Vernant, J., Los orígenes del pensamiento griego, Buenos Aires, EUDEBA, 1965, p., 78-79
29. Isócrates, “Oración de la Paz”, p. 25-27.[fuente griega 380 a.c]
30. Ranke, L., Grandes figuras de la Historia, Barcelona, Grijalbo, 1971, p., 33-34.
31. Los metecos no eran los únicos que se dedicaban a esto.
32“como los pescadores de anguilas cuando el lago está tranquilo no pescan nada”, Aristófanes, “Los caballeros”, [424 a.c] en Ibíd., Los acarnienses, op., cit., (Cátedra, 1996), p. 126
33.Finley, M., La Grecia... op., cit., p. 88.
34.Aristófanes, “La paz”, [421 a.c] en Ibíd., Las avispas..., Buenos Aires, Losada, 1996, p., 120
35.Aristófanes toma a Homero, Ilíada, en Ibíd., Obras Completas, Buenos Aires, Ateneo, 1965, IX, 63, p., 168, donde Néstor dice: “sin familia, sin ley y sin hogar debe de vivir quien apetece las horrendas luchas intestinas”. Aristófanes, “La paz”, en Ibíd., Las avispas..., op., cit (Losada, 1996), p., 159.
36. Aristófanes, “Pluto”, [388 a.c] Comedias..., Barcelona, Bruguera, 1984, p., 203-204.
37. Aristófanes, “La Asamblea de las mujeres”, [392] en Ibíd., Los acarnienses..., op., cit (Cátedra, 1996), p. 227.
38. Aristóteles, La Política, op., cit. I, 3, p., 30.
39.Aristófanes, “Las avispas”, [422 a.c] en Ibíd., Las avispas, la paz y las aves, Buenos Aires, Losada, 1996, p., 49.
40. Aristóteles, La gran Moral, en Ibíd., Obras selectas de Aristóteles, Buenos Aires, El Ateneo, 1966, p., 531
41. Aristóteles, La Política, op., cit., VII, 4, p., 185.
42. Platón, Las Leyes o de la legislación, en Ibíd., Obras..., op., cit., p. 663-665.
43. Finley, M., La Grecia Antigua. Economía y sociedad, Barcelona, Critica, 1984, p. 92-93
44.Weber, M., “División del poder en la comunidad: clases, estamentos y partidos.”, en Economía y sociedad. Seg. parte, Cáp. VIII, §6. p., 5, en www.hipersociología.com
45. Aristófanes, “Las nubes”, en Las nubes... op., cit, (Losada, 2004), p., 33.
46. Vernant, J., Erase una vez... El Universo, los dioses, los hombres, Buenos Aires, FCE, 1999, p. 72.
47. Cicerón, Las paradojas, de Cicerón a M Bruto, en Ibíd., Obras escogidas, Buenos Aires, Ateneo, 1965, IV, 1, p. 306-307.
48. Virgilio, La Eneida, Madrid, Alba-Libsa, 2001, III, 57, p. 82.
49. “Valor monetario neto de activos que se poseen en un momento dado en el tiempo” Samuelson, P., y Nordhaus, W., op., cit., p. 217.
50.Aristóteles, La Política, op., cit., I, 3, p., 23, 26.
AUTORES: FERREYRA LIA, GRECO ALEJANDRO, AMADO RAÚL, TOMASSINI EMILIO. (2005)
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