martes, 20 de noviembre de 2007

La mano de obra en la campaña bonaerense.




Introducción.



Para el periodo colonial existe un interesante debate que entroncaremos alrededor de los problemas de la mano de obra en la campaña bonaerense de la época post-revolucionaria puesto que, desde nuestra perspectiva, siguiendo los textos de Cansanello y Cercós, es observable una continuidad entre ambas épocas, la cual se puede ver tanto en los aspectos sociales y politicos. Nosotros, como ya dijimos nos abocaremos a la mano de obra. Se trata de un problema “estructural”, un problema de “larga duración” (Miguez unidad 3). Es necesario aclarar que Buenos Aires, hasta la década del 20 no era una zona de vanguardia en cuanto a la producción agropecuaria, sino de carácter secundario en la región; siendo como bien dice Carlos Mallo, la Banda Oriental y Entre Ríos mucho más rica en pasturas y cursos de agua. En Buenos Aires, anteriormente a la coyuntura del ’20 existían únicamente pequeñas y medianas haciendas, a diferencia de la Banda Oriental donde los hacendados constituían una poderosa “clase”. Por esto mismo, surgió un Artigas en la Banda Oriental, allí los hacendados eran poderosos y tenían un motivo para enfrentarse a la ciudad, mientras que para Buenos Aires, el campo era su hinterland (Mallo).
La mano de obra se puede dividir en dos grandes grupos: por un lado tenemos los trabajadores temporales que ganaban mucho más que los permanentes (el pago en metalico y especie, ver Halperin), los permanentes eran trabadores que vivían en la estancia, pero no se trataba de ninguna manera a población servil o sujeta a la tierra por deudas como en México.


1. Periodo colonial (Siglo XVI-XIX)

1.1Hipótesis de Carlos Mallo
Comenzaremos con la exposición de las tesis de Carlos Mallo que provocaron un vivo debate ya que confrontó sus teorías (supuestamente según sus adversarios académicos) “conservadoras” respecto a la población rural pre-revolucionaria con otras nuevas, más ligadas a interpretaciones de tipo “cuantitativo” como las de Samuel Amaral.
Para Carlos Mallo hay dificultad para reclutar y estabilizar mano de obra libre. Sostiene que la mano de obra se retira del mercado laboral y se encuentra condicionada por cinco factores:
a) acceso directo a los medios de subsistencia (tierra, robo de ganado y ganado cimarrón)
b) frontera abierta con el indio (es posible escapar de la autoridad).
c) circuitos clandestinos de comercio.
d) acceso directo a la tierra como agregados o en tierras fiscales.
e) actitud frente al trabajo (Félix de Azara).

Argumenta su teoría utilizando como fuentes los bandos, capitulares, procesos judiciales, etc, es decir fuentes “cualitativas” donde las autoridades y hacendados quieren proletarizar a los pequeños productores, y esto es evidente por la proliferación de una legislación que tiende a ese fin. También sostiene coincidiendo con Golberg que los esclavos fueron introducidos por la inestabilidad de la mano de obra, tomando como ejemplo los datos de una estancia jesuítica de San Ignacio, Córdoba y otras de Areco en Buenos Aires.

1.2 Criticas a Mallo
1.2.1 Amaral.
Samuel Amaral, utiliza fuentes “cuantitativas” y no “cualitativas”, porque según él, estas últimas sólo reflejan la posición de los estancieros y la elite. Como primera medida introduce la variable, algo dejada de lado por Mallo, de la estacionalidad en los trabajos rurales. Para él, la inestabilidad existió, pero se debió a otros factores. Para Mallo, dependía de la oferta de mano de obra (del trabajador), mientras que para él de la demanda (el hacendado): es decir, depende de la estacionalidad.
Según Amaral era posible vivir sin trabajar en la pampa, Pero estos eran los menos, la mayoría prefería estar empleada. Además relativiza la indisciplina de la mano de obra debido a que las fugas e inasistencias fueron pocas.
En cuanto a la esclavitud, Amaral cae en una tautología, para él los esclavos no se incorporaron por la escasez de la mano de obra, sino porque había aumentado la producción. Pero si aumentó la producción, aumenta también la demanda de mano de obra, y solo es necesaria suplirla con esclavos en caso de que esta sea escasa.
Finalmente pone en duda la escasez de mano de obra al sostener que, según sus cálculos, basta un tercio de la población masculina en condiciones de trabajar para cubrir la demanda laboral en las estaciones de más actividad.

1.2.2 Gelman.
Matiza algunas de los factores a los que se refiere Mallo: el acceso a los medios de subsistencia, la frontera abierta, actitud frente al trabajo y el circuito de comercio. También sostiene que la escasez de mano no era tan importante, porque pese a las quejas de los hacendados la fuerza de trabajo existente logra satisfacer la demanda de la estancia. Su tesis es que el peón tiene alternativas de trabajo, conchabandose allí donde más le paguen o atendiendo sus propias tierras. Gelman cae en un anacronismo al caracterizar al peón como una suerte de “obrero especializado” que busca emplear “su fuerza de trabajo” en las mejores condiciones posibles. Es decir, asume la creencia de la existencia de un mercado de trabajo y que en virtud de la posibilidad de elegir existe esta inestabilidad, sin embargo lo que hace es aplicar un presupuesto de la economía neoclásica que es el “desempleo friccional”, es decir, yo dejo de trabajar únicamente porque busco un mejor “salario”.

Garavaglia y la cuestion del gaucho hasta el XVIII.
Los autores como Amaral, además ponen más énfasis en explorar la producción agrícola en la campaña bonaerense; no niegan la importancia de la producción ganadera, pero revaloran el papel de la agricultura. Amaral utiliza los métodos cuantitativos propios de la Escuela de los Annales, especialmente de los discípulos de Braudel, como Le Roi Ladurie en referencia a los diezmos para mensurar la producción agrícola.
Volviendo, si hablamos de una mayor producción agrícola, la imagen tradicional del gaucho desaparece pasando a convertirse en un “campesino”
Para Diaz Marisa las migraciones hacia Buenos Aires no estaban dirigidas tanto a la campaña como a la ciudad (el caso que ella puntualmente estudia) y se dividía en tres grupos: población negra (incluye mulatos), población europea e inetrna, proveniente del interior (Halperin).

2.0 De la Revolución.
Hasta 1810 el principal producto exportado desde el puerto de Buenos Aires era la plata altoperuana, la cual, incluso a pesar de las prohibiciones al respecto era adquirida por mercaderes ingleses. A consecuencia de la revolución, las tradicionales rutas comerciales se vieron interrumpidas y el Alto Perú, después de la desastrosa campaña de Castelli, que consiguió granjearse la enemistad de los pobladores por sus excesos, se vio interrumpida. Fue así como la principal exportación fueron los productos pecuarios, que antes solo constituian el 30% de lo exportable. La principal consecuencia de la Revolución fue liberar el potencial productivo en Buenos Aires y como dijimos en la introducción, debido a la crisis de la Campaña Oriental, Buenos Aires comenzó a perfilarse como la principal zona ganadera. Esto fue debido a las guerras, estos consumían los productos locales a medida que avanzaban y destruían los campos, tales como las de Belgrano al Paraguay (1810-11), los levantamientos artiguistas contra el Directorio (1817), la invasión portuguesa-brasilera, etc.
Es de notar como prevalecían las costumbres coloniales en el reclutamiento y disciplinamiento de la mano de obra, tal como la papeleta de conchabo. Esto se debió entre otras cosas a que la principal preocupación de las autoridades era el estado de guerra en el cual las provincias unidas se encontraban de forma permanente, por lo que la legislación sobre la materia fue escasa.

3.0 1820-1829 La expansión ganadera

Halperin motivos: libre comercio, crisis de la ganadería en la Banda Oriental y Entre Ríos, aún así papel secundario de los productos bonaerenses en el mundo. Hasta 1820 la exportación era únicamente de cuero y sebo, pero no de carne, esta solo pudo realizarse a través de la reapertura de los saladeros (suprimidos en la época revolucionaria por Pueyrredón debido a la escasez de carne) por Sarratea (primer gobernador de Buenos Aires tras Cepeda). El aparato estatal está a favor del disciplinamiento del trabajador.
Con respecto a la mano de Obra, Miguez asegura, coincidiendo con otros autores que hasta el siglo XX hubo “escasez estructural” de mano de obra, y que la mano de obra se mide por la demanda. En una sociedad que tiene un auge de cosecha, aunque esté sobrepoblada, la escasez de brazos va a existir, mientras que en época de crisis, aun cuando sean pocos, la mano de obra va a sobrar. La mano de obra era escasa, pero se conseguía. Además, sostiene que el “gaucho” era la expresión extrema de la cultura campesina, la mentalidad gauchesca no fue la que provocó la escasez de mano de obra.

La incorporación politica de la campaña.
Tras la caída el gobierno central, con la batalla de Cepeda que acabó con el gobierno directoria de Rondeau, se procedió a la provincialización de Buenos Aires en virtud el tratado del Pilar. Esto provocó como señala Cansanello la incorporación de la campaña a la vida política. La población de la campaña se dividía en transeúntes y domiciliados, es decir, los que se mueven y permanecen. Estos últimos podía ser vecinos, la cual era una categoría jurídica. La cuestión fue que durante el directorio y luego, durante la experiencia unitaria se hicieron extensiones de la ciudadanía a todos los “avecindados”. Así los domiciliados (aún peones) se convertían por el simple hecho de tener un domicilio fijo en “vecinos-ciudadanos”. Pero, para el derecho colonial, el vecino y el domiciliado eran dos estamentos diferentes, ya que el vecino tenía derecho a elegir y a ser elegido, de lo que carecía el peón y el agregado.
La ciudadanía extendida en 1821 significó la extensión del derecho al sufragio, igualmente, sólo votaban aquellos que estuvieran inscriptos en el padrón de milicias o poseyeran paleta de conchabo. Pero el sufragio es sólo uno de los pilares de la ciudadanía, el otro es la igualdad civil que solo se conseguirá, según Fradklin con el Código Civil. Como resultado de los cambios, las obligaciones públicas (milicia y sufragio) se constituyeron en un medio por el que la soberanía popular se transformó en estatal, como resultado de la búsqueda de legitimidad de los actos de gobierno.]

4.0 Rosas 1829-52

Si bien la producción y la capacidad productiva se ha expandido, como señala Miguez sigue habiendo una continuidad en la escasez estructural en la mano de obra. Continuamos observando la ausencia de progreso técnico, así como continuos bandos y leyes que tratan de disciplinar a los “gauchos”. Tal como señala Cercós, el peso de la tradición colonial se hizo sentir. El gobierno rosista se caracterizó por esto. Como bien aduce Salvatore el estado y no solo el rosista, ante la necesidad de brazos tendió a criminalizar actividades socialmente aceptadas, tales como el “robo” de ganado, esto está en coincidencia con lo que sostiene Fradkin cuando dice que el estado se entromete en las relaciones sociales y existe un conflicto entre las normas y las costumbres.
Eran perseguidos los sujetos más pobres y móviles, por desertar del ejército y viajar sin identificación. Es de notar que en las fuentes que Salvatore utiliza (partes de novedades) existían dos delitos principales, “contra el estado” y “contra la propiedad”.

4.0 Mano de obra esclava.
Según la historiografía mas tradicional, los esclavos en el Río de la Plata solo fueron utilizados para actividades domesticas y /o artesanales en la ciudad de Buenos Aires, mientras que la campaña era considerada como un espacio solo de blancos y mestizos. Se debe destacar que, aunque minoritario un 6 % del total de la fuerza de trabajo en la campaña era esclava, además podemos ver que los padres de familia, a menor cantidad de hijos adquirían más esclavos. Lo que presumiblemente es una real necesidad de mano de obra.
Si bien la trata fue abolida en 1812, en todo el periodo rosista vemos esclavos.
En la campaña se dedicaban a actividades permanentes, según Amaral, un esclavo amortizaba su costo en once años. En la época de la revolución se obligaba los amos a vender, o liberar esclavos para sumarse a los ejércitos y tras cuatro años de servicios se les otorgaba la libertad.





BIBLIOGRAFÍA.

→ AMARAL, S. “TRABAJO Y TRABAJADORES RURALES EN BUENOS AIRES A FINES DEL SIGLO XVIII”, ANUARIO IEHS, N 2, TANDIL, UNCPBA, 1987.

→GARABAGLIA – GELMAN, EL MUNDO RURAL RIOPLATENSE A FINES DE LA ÉPOCA COLONIAL: ESTUDIOS SOBRE PRODUCCIÓN Y MANO DE OBRA, FUNDACIÓN SIMÓN RODRIGUEZ, BUENOS AIRES, BIBLOS, 1988.

→GELMAN, j. “¿GAUCHOS O CAMPESINOS?”, ANUARIO IEHS, N 2…

→GOLDBERG, M Y MALLO, S. “LA POBLACIÓN AFRICANA EN BUENOS AIRES Y SU CAMPAÑA. FORMAS DE VIDA Y SUBSISTENCIA (1750-1850)”, EN TEMASDE AFRICA Y ASIA N 2, BUENOS AIRES, FFYL, 1994.

→HALPERIN DONGHI, T. REFORMA Y DISOLUCIÓN DE LOS IMPERIOS IBERICOS 1750-1850, MADRID, ALIANZA, 1985.

→CANSANELLO, C. “DE SUBDITOS A CIUDADANOS: LOS POBLADORES RURALES BONAERENCES ENTRE EL ANTIGUO REGIMEN Y LA MODERNIDAD”, EN BOLETÍN RAVIGNANI, N 11, BUENOS AIRES, FFYL, 1995.

→AA.VV. “GAUCHOS, CAMPESINOS, Y FUERZA DE TRABAJO EN LA CAMPAÑA RIOPLATENSE COLONIAL”, EN ANUARIO IEHS, TANDIL, UNCPBA, N 2, 1987.


AUTORES: RAÚL OSCAR AMADO Y EMILIO JAVIER TOMASSINI (2006)

3 comentarios:

  1. muy buena la pagina!

    salchichon!


    jajajajajajaja


    te kiere mucho
    sofff!


    (no somos parientes he!)

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  2. Muy interesante Emilio la publicación de este artículo, lástima. Te agradezco profundamente y pronto podrás visitar mi pagina web "SCRIPTORIVM", tambi{en relacionada con la disciplina histórca.
    Nos estamos viendo,
    Siempre tuyo,
    Raúl Amado.

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  3. Buenisimo el aporte!. Realmente muy util. Solo permitime decirte que es "MaYo" y GaraVaglia. Despues, todo genial!. Muchas gracias! Saludos!

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